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El Gobierno actual asegura que el anterior dejó un agujero de 2.000 millones de euros en las cuentas públicas . Y para hacerle frente anuncia nuevas medidas de austeridad para reducir el déficit público.

Europa calienta motores ante la Cumbre extraordinaria del jueves. Y lo hace como mejor sabe: con un aluvión de declaraciones en las que cada cual trata de arrimar el ascua a su sardina. La más activa, una vez más, ha sido Angela Merkel, quien no ha dudado en amagar con no acudir a Bruselas si no es factible el acuerdo sobre la crisis griega. Pero para ella el acuerdo es que todos acepten una participación privada en el segundo plan de rescate. Esa participación debe ser inequívocamente voluntaria en opinión del presidente del Banco Central Europeo. En declaraciones que hoy pública el Finacial Times Deutschland, Jean Claude Trichet arremete además contra cualquier intento de reestructuración total o parcial de la deuda griega. En este cruce de declaraciones ha terciado hoy en Bruselas la ministra de Exteriores, Trinidad Jiménez, haciendo un llamamiento al entendimiento en el seno de la zona euro.

La vicepresidenta económica del Gobierno, Elena Salgado, ha subrayado que los test de estrés han demostrado la "solidez del sistema financiero español"; ha asegurado que, si se hubieran tenido en cuenta las provisiones dinámicas "hubieran aprobado todas" y ha subrayado en numerosas ocasiones que "ninguna" entidad necesita más capital. "De los test de estrés se desprende la solidez de nuestro sistema financiero", ha señalado la ministra de Economía, para quien "este es un excelente resultado para las entidades". En rueda de prensa, Salgado también ha querido poner en valor que los resultados "proporcionan a los analistas una transparencia absoluta" sobre el sistema financiero español. En línea con lo que ya avanzó hace unos días, Elena Salgado ha dicho que "las provisiones dinámicas deben contabilizarse, puesto que tienen capacidad para absorver pérdidas futuras". "Si se contabilizaran, todas las entidades españolas aprobarían los test de estrés", ha asegurado la vicepresidenta primera del Gobierno, para quien la razón por la que la EBA ha dejado fuera estos componentes "es porque ha querido armonizar a todas las entidades europeas".

Manuel Romera, analista de IE Business School, ha considerado que "España no ha dado la talla" tras la publicación de los test de estrés a los bancos y cajas, que no han superado cinco entidades financieras españolas. Cree que estas pruebas miden algo muy complicado como es la solvencia y recuerda que el año pasado todos los bancos griegos superaron la prueba. Considera, además, que los análisis deberían ser más profundos.