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Cinco representantes del mundo político y sindical han participado este lunes en la primera edición del 'Gabinete de crisis' de Radio Nacional, un debate especial sobre la situación socioeconómica moderado por Juan Ramón Lucas en el marco de su programa en la radio pública, 'En Días Como Hoy'. Pedro Sánchez, del PSOE, ha defendido los recortes sociales del Gobierno y la urgencia tanto de una reforma laboral como del sector financiero. Ramón Aguirre, del PP, cree que hay que luchar contra la dualidad en el mercado de trabajo y mejorar el sistema de formación profesional. Jordi Xuclá, de CIU, dice echar en falta políticas de creación de empleo. Y por último, Toni Ferrer, de UGT, y Ramón Górriz, de CC.OO., piden reformas que favorezcan el empleo de los jóvenes (07/06/10).

El Gobierno ha vuelto a defender hoy su plan de ajuste económico. Durante un acto de los socialistas en Benalup, Cádiz. Alfredo Pérez Rubalcaba ha pedido "comprensión y sacrificio" a todos los ciudadanos, y en especial a los funcionarios y pensionistas, para garantizar el bienestar futuro. El ministro ha reconocido que este plan tendrá un coste para el Gobierno, pero que era su obligación adoptarlo. Y acusa al PP de irresponsabilidad por comparar a España con Grecia y Hungría.

Todavía habrá un último, o un penúltimo, intento negociador, pero pocos confían en que la reforma laboral se haga con acuerdo entre patronal, sindicatos y gobierno. Y será el ejecutivo de Zapatero el que tenga que poner en un decreto las nuevas reglas de nuestro mercado de trabajo. Todos dicen querer lo mismo: rebajar el paro y la temporalidad, pero discrepan sobre cómo conseguirlo. Unos creen que la reforma es imprescindible para recuperar el crecimiento económico. Otros la ven inútil, porque, dicen, sólo se creará empleo con más actividad. Informe Semanal ha estado en Oñati, en el País Vasco, la localidad con la tasa de paro más baja del país, menos del 8% y en Fuerteventura donde se da una de las más altas, el 32%. Y hemos intentado saber por qué estamos donde estamos.

Mensaje de tranquilidad a los mercados financieros. El nuevo gobierno de Hungría dice que se ha exagerado sobre la difícil situación económica en su país. El secretario de Estado asegura que no hay peligro de bancarrota y que los comentarios de posible quiebra, hechos por miembros de su propio partido, son exagerados y desafortunados.