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El presidente interino de Ucrania, Alexadr Turchínov, ha anunciado que ha dado comienzo una nueva operación “antiterrorista” en la región de Donetsk, en el sureste del país, donde milicias prorrusas han ocupado edificios administrativos y comisarías. Moscú ha advertido de que el uso de la fuerza en estas regiones es “inaceptable”.

Un centenar de activistas prorrusos han asaltado la sede de la comisaría de Górlovka, otra ciudad del este de Ucrania. Un episodio más de la tensión separatisa que se extiende por la región. Los prorrusos vuelven a retar al gobierno de Kiev y rechazan el nuevo ultimátum para que depongan las armas y abandonen los edificios.

Se mantiene la escalada de tensión en la región ucraniana de Donetsk, donde ya se han producido las primeras víctimas, según Kiev. La operación contra activistas prorrusos armados que ocupan edificios públicos en Donetsk sigue abierta y el gobierno ucraniano ha dado de plazo hasta mañana para que depongan las armas. Rusia dice que evitar la guerra civil depende de Occidente.

Las rebeliones separatistas se extienden rápidamente por el este de Ucrania. Ya hay al menos un muerto y cinco heridos según el ministro del interior. Para poner fin a los asaltos de los grupos prorrusos armados, el gobierno de Kiev ha lanzado una operación militar que ha calificado de "antiterrorista" para frenar los asaltos prorrusos, y ha aumentado la tensión en la zona.

El gobierno ucraniano asegura que activistas prorrusos han disparado contra fuerzas ucranianas en Slaviansk. Los disparos se habrían producido después de que el ministerio del Interior de Ucrania pusiera en marcha lo que denomina una operación antiterrorista para desalojar a los activistas prorrusos que ocupan distintos edificios públicos de la ciudad.