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Este viernes se cumplen cuatro años desde que los talibanes regresaron al poder en Afganistán. En este tiempo, han borrado a las mujeres de la vida pública. Aunque prometieron respetar sus derechos, han ido recortando libertades hasta el extremo de impedirles hablar en público, estudiar más allá de los 12 años, viajar solas o salir a la calle sin acompañante, y las han sometido a un estricto código de vestimenta.

La periodista Khadija Amin fue una de las 120.000 personas que huyeron del país tras la llegada de los talibanes. “No me dio tiempo de despedirme de mis hijos, de mi familia. Tuve que dejar todo atrás y venir a España”, recuerda. Los talibanes la amenazaron de muerte, pese a las falsas promesas de que los derechos de las mujeres serían garantizados. "Es un momento muy triste, necesitamos la educación", denuncia Amin, al hablar de las niñas que deben abandonar la escuela a los 12 años. Para ella, Afganistán es "una cárcel para las mujeres, una prisión en la que solo pueden respirar, cuidar a los niños, dar a luz y nada más".

Aun así, muchas afganas continúan luchando. En la clandestinidad, mantienen abiertas escuelas y negocios, desafiando las prohibiciones. Khadija estudió en una de esas escuelas y ahora impulsa, desde su ONG Esperanza de Libertad, un proyecto de educación en línea. Su objetivo es doble: que las niñas puedan continuar aprendiendo y que las profesoras sin empleo puedan seguir enseñando.

Hace cuatro años, el 15 de agosto de 2021, los talibanes se hacían con el control de Kabul, la capital de Afganistán. Desde aquel día hemos visto cómo las afganas han perdido todos sus derechos. Lo repasamos con Isabel Dólera y lo analizamos con Millán Requena, profesor de Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales de la Universidad de Alicante y del Máster en Protección Internacional de los Derechos Humanos.

El 15 de agosto de hace cuatro años los talibanes tomaron Afganistán, imponiendo el islamismo radical. Pilar Requena, directora de Documentos TV, ha explicado en el Canal 24 H que cuatro años después, la mitad del país (23 millones de personas) necesita ayuda alimentaria y que casi ocho millones de menores sufren desnutrición aguda.

También ha subrayado que los afganos sufren hambre y conviven con la sequía, los desastres naturales y la falta de ayuda humanitaria, que se dificulta todavía más por las exigencias del gobierno talibán y los recortes de ayuda de algunos países como EE. UU.

Además, las mujeres y las niñas tienen una situación todavía más complicada por las imposiciones religiosas y tienen problemas para acceder a servicios de primera necesidad. "Es una de las peores crisis humanitarias que se vive en el mundo", ha declarado.

Imagen: SAMIULLAH POPAL / EFE

Hoy hace cuatro años de la toma de Kabul, capital de Afganistán, mientras las tropas de Estados Unidos abandonaban el país. Desde entonces, más de cinco millones de personas han huido, escapando del régimen totalitario, y también misógino, que ha ido enterrando los pocos derechos que habían ido adquiriendo las niñas y las mujeres. "El 15 de agosto de 2021 no fue solamente el día en el que los talibanes tomaron Kabul, fue también el día en el que millones de personas perdieron su libertad y su esperanza", cuenta Fátima, que ha huido en dos ocasiones del régimen talibán, primero como niña y después como adulta.

Todo cambió de repente. Ella era profesora activista por los derechos de las mujeres en Afganistán y colaboraba como traductora con el Gobierno español. Judith García, coordinadora de Jurídico de la ONG Accem, explica que hay una persecución basada en género en Afganistán: "A nivel de Naciones Unidas se habla del concepto de apartheid de género". En España viven unos 4.600 refugiados afganos, según los datos de ACNUR, y unas mil personas más están pendientes de una respuesta que, en general, suele ser positiva. La tasa de protección ronda el 76%, pero ha caído con respecto al 2022, que rozaba el 100%. Un trabajo de Isabel Jiménez.

Se cumplen cuatro años de la vuelta de los talibanes al poder en Afganistán. Un periodo en el que "el sistema jurídico y judicial (del país) ha experimentado una transformación profundamente preocupante, por no decir catastrófica", explica en Las Mañanas de RNE con Lara Hermoso Carlos de las Heras, portavoz de Amnistía Internacional España. Las condiciones de vida de la población, sobre todo de las mujeres y las niñas han empeorado: "Hoy día las mujeres en Afganistán no tienen ni justicia, ni verdad, ni reparación, ninguno de estos tres elementos [...] En estos cuatro años se han impuesto tantas restricciones, hasta más de 80, que limitan su vida, desde el sistema educativo o las posibilidades de trabajo. Estamos ante una de las peores crisis de los derechos contra las mujeres y contra las niñas en todo el mundo." De las Heras denuncia que también han aumentado en este tiempo las ejecuciones públicas para "infundir miedo" a la población. Por su parte, Agus Morales, periodista y director de la revista 5W, comenta que la crisis humanitaria que ya azotaba este Estado "ahora se ha profundizado muchísimo más" y critica el abandono de los países occidentales a la población afgana: "Recientemente más de dos millones de afganos han vuelto a Afganistán, sobre todo desde Irán y desde Pakistán [...] Hasta 10 días antes de que los talibanes volvieran al poder, aún había vuelos de deportación desde Europa a Afganistán. Es la historia de un abandono absoluto de la población afgana durante décadas".

Desde la salida de Afganistán de las fuerzas de Estados Unidos y sus aliados, los derechos de las mujeres y de las niñas afganas han ido desapareciendo y su día a día es terrible: no pueden estudiar, han perdido gran parte de sus empleos, no pueden participar activamente en la vida pública o en competiciones deportivas.Hoy nos visita Huria Samira Hamidi, responsable de las campañas sobre Afganistán en Amnistía Internacional.

Agus Morales, escritor, periodista y director de la revista 5W, ha visitado Las Mañanas de RNE para hablar de su último libro 'La hipocresía solidaria'. Un libro que nació de los viajes a ambos lados de las fronteras de Afganistán y Ucrania después de la caída de los talibanes: "El libro explica que la protección internacional debe ser un instrumento neutro y un derecho, y se ha convertido en un privilegio, lo vi muy claro en la frontera de Polonia y Ucrania", afirma.

A lo largo de la obra plantea una pregunta incómoda pero necesaria, ¿hay refugiados de primera y de segunda?, el escritor aborda el tema de la islamofobia: "Tiene que ver con el ámbito cultural que muchas veces no está claro la importancia de la proximidad cultural con un pueblo u otro", a lo que añade que "hay países europeos que, hasta diez días antes de la vuelta de los talibanes al poder en Kabul, estaban deportando a personas de Afganistán diciendo que era un país seguro", critica el periodista.

Rusia sufrió el pasado viernes un ataque terrorista en la sala de conciertos de Moscú, Crocus City Hall, que ha dejado al 137 fallecidos. El atentado fue reivindicado por el Estado Islámico del Jorasán (ISIS-K), una de las franquicias del grupo yihadista Estado Islámico o Daesh.

En Las Mañanas de RNE, Manuel Ricardo Torres, catedrático de Ciencias Políticas de la Universidad Pablo de Olavide y experto en terrorismo yihadista, habla de este grupo: ”Es la constatación de una amenaza que conocemos desde hace tiempo. Éramos conscientes del reagrupamiento y la fortaleza creciente de algunas facciones de Estado Islámico” y añade que Rusia no se escapaba de esta amenaza. ¿Está la UE más expuesta que ayer a un atentado? Torres apunta que está en el "mismo nivel" pero cuando se produce un atentado, la percepción de que la amenaza es mayor se suele generalizar: "De manera continua, las fuerzas de seguridad están neutralizando e impidiendo este tipo de complots. La amenaza no ha desaparecido del horizonte", explica.

Rusia tiene territorios con amplia mayoría de población musulmana ”y esto en sí mismo ya genera una base de partida para que el reclutamiento y la radicalización sea más elevada que en otros países”, señala Ricardo Torres y alerta que a esto hay que sumarle que las detenciones y las torturas por parte del gobierno ruso a los acusados del atentado, que se han hecho públicas y pueden “incentivar los deseos de venganza” por parte de sectores de la población rusa.

La intervención rusa en Siria y su participación en el Sahel, “en la que se vanagloria de luchar contra el terrorismo” han podido tener un “efecto bumerán”, explica el catedrático y añade que esto “no solo afectará a esos grupos vinculados con Rusia, sino incluso a aquellos otros países que sin haber participado en este tipo de actos, vamos a ser señalados igualmente”.

  • 'Afghan Woman On the Run' denuncia abusos y violencia contra las afganas
  • En el primer año de gobierno talibán llegaron a España más de 2000 refugiados afganos
  • En Objetivo Igualdad el domingo a las 14.25h en el Canal 24h

El gobierno talibán sigue borrando a las mujeres afganas cada día que pasa. Ya son dos años desde que llegaron al poder y no han parado de arrebatarles derechos. Tras su irrupción en Kabul, comenzaron su persecución contra aquellas que controlaban algún poder del estado como las mujeres juezas. Algunas han sido asesinadas, otras están escondidas, y las que pudieron salir de Afganistán, ahora están por algún país europeo. España ha sido uno de esos destinos de acogida gracias a la Asociación de Mujeres Juezas de España que hace dos años empezaron sus planes rescate. Actualmente hay ocho juezas afganas que intentan ganarse la vida en nuestro país. Hace un año hablamos con cuatro, y después de estos meses, su situación no ha mejorado. Barreras como el idioma o el racismo impiden a estas mujeres tener un perspectiva de vida. En este reportaje elaborado porMaría Aramendi escuchamos sus voces.

Estos días se cumplen dos del régimen talibán en Afganistán. Era la segunda vez que llegaban al poder y ya se sabía de lo que eran capaces.  Shabnam Rahimi, campeona de boxeo, refugiada afgana y actriz,  comparte en Las Mañanas de RNE cómo huyó con su familia por primera vez de su país hace 20 años y cómo es ahora mismo la situación en Afganistán: “Las chicas no pueden ni reír ni hacer nada.” Shabnam Rahimi siguió con el boxeo a pesar de la sombra de los talibanes en el país a principios de los 2000, pero no fue fácil porque “a los hombres les molestaba que las mujeres practicáramos este deporte”, asegura. Explica que no quiere volver a su país, pero sí “construir mi Afganistán.”

Se cumplen dos años de la vuelta de los talibanes al poder en Afganistán. Dos décadas de progresos en los derechos de las mujeres han sido liquidados en apenas dos años. La organización Netwomening ha ayudado a más de 80 mujeres y sus familias a salir de Afganistán. María José Rodríguez Becedas, abogada y presidenta de Netwomening, ha confesado en Las Mañanas de RNE que muchas mujeres con las que hablan viven amenazadas y en la clandestinidad. Asegura que “ya no se las está ayudando a salir legalmente” y que de forma ilegal “se juegan la vida. ” Explica que muchas mujeres siguen escondidas esperando una oportunidad.

20 millones de personas tienen serias dificultades para alimentarse cada día en Afganistán. El regreso al poder de los talibanes ha acelerado el caos económico y el empobrecimiento de la población. Las familias se ven obligadas a medidas desesperadas como la venta de hijos o de órganos. Mientras, las mujeres siguen siendo borradas del espacio público.