Aceptar que un familiar ingrese en una residencia no es fácil, y suele generar culpa, dudas y miedo. En una residencia de Barcelona, se ha implementado una terapia grupal para ayudar a los familiares a afrontar este proceso. Manoli, cuyo marido ingresó el 13 de julio de 2023, expresa que la impotencia y la culpa fueron muy fuertes, ya que siempre lo cuidó. En las sesiones semanales guiadas por una psicóloga, los familiares aprenden a gestionar sus emociones y a priorizarse a sí mismos.
Olga, por ejemplo, logró retomar actividades personales y viajar gracias a que su madre comenzó a pasar parte del día en un centro residencial, lo que le ha permitido recuperar parte de su vida. Poco a poco, los familiares vuelven a ser ellos mismos y no solo cuidadores.