Tres imágenes distintas. En la primera, todo es asfalto. En la segunda, hay presencia de alguna zona verde, y en la tercera, es suelo natural con árboles.
Esos árboles marcan la diferencia. Este sábado, más de 500 personas miden en 60 ciudades la temperatura que se registra en estos tres escenarios, lo que ellos vienen a llamar el infierno, el intermedio y el paraíso.
Fede Cardelús y el meteorólogo José Miguel Viñas analizan el verano extremo de 2025, la ola de calor extraordinaria en agosto y los devastadores incendios que hemos sufrido.
Tras los numerosos incendios del verano, las cenizas imperan en el suelo de los montes. Según los expertos, unas lluvias intensas en otoño pueden tener graves efectos en una tierra en la que ha desaparecido la cobertura vegetal. Manuel Esteban Lucas, profesor de Ingeniería Agrónoma de la Universidad de Castilla-La Mancha, ha puntualizado en el informativo '24 Horas de RNE': "No todos los incendios son un desastre. Entonces cuando tenemos determinadas condiciones, los impactos de los incendios pueden ser en el corto, en el medio o en el largo plazo".
La investigadora del Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF) y profesora de la Universidad Autónoma de Barcelona, Sara Marañón, afirma: "La ceniza contiene nutrientes [...] en cambio si llegan las lluvias, la ceniza se ve arrastrada y esto da lugar a que se puede contaminar el agua con esa mezcla de ceniza. Además la capa superficial, que contiene muchos nutrientes, si se arrastra con la lluvia, la vegetación se irrita y puede repercutir negativamente en la recuperación del ecosistema", explica. La física y meteoróloga Mar Gómez asegura que este mes de septiembre: "Vamos a tener mucho calor, se va a rozar los 40 grados y eso significa que hay riesgo de incendios y puede que se agrave más la situación". Añade que el suelo con cenizas "no drena bien" y "la tierra no tiene el escudo de la vegetación al estar desnuda", concluye.
Fede Cardelús y el fotoperiodista Brais Lorenzo hablan de los incendios forestales que hemos sufrido este verano, una catástrofe ambiental que lleva documentando casi 15 años, para visibilizarla y que no se olvide.
Félix, cien años después. En el 2028 se cumple el centenario del nacimiento de uno de los grandes naturalistas y divulgadores ambientales de nuestro país, Félix Rodríguez de la Fuente. Una de sus principales reivindicaciones fue la defensa del corazón del humedal manchego de Las Tablas de Daimiel y de la gestión del agua en los Ojos del Guadiana. Como vicepresidente de Adena WWF España, Félix evitó la desecación total del acuífero 23 y alertó de su sobreexplotación por regadío. Casi cien años después, el estado crítico de río Guadiana y del Parque Nacional siguen intactos.
Mara Peterssen y Julio Díaz, codirector de la Unidad de Cambio Climático, Salud y Medio Ambiente Urbano del Instituto de Salud Carlos III, analizan las consecuencias que han tenido las olas de calor del pasado verano en la salud.
Los monumentos y sitios Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO están en riesgo. El cambio climático inducido por la actividad humana provoca eventos meteorológicos más intensos, frecuentes e inesperados. Estos fenómenos deterioran y amenazan al Patrimonio de todo el mundo, desde los castillos del Loira, pasando por Venecia hasta la Opera House de Sydney. Distintas organizaciones como el ICOMOS o la Unión Europea investigan y dan visibilidad a esta problemática desde hace décadas. No solo son los parajes naturales: la cultura y la historia representadas en el patrimonio pueden llegar a desaparecer. Para remediarlo, hay que tomar medidas. Y el propio patrimonio puede ser fuente de inspiración sobre qué hacer ante el cambio climático.
Los monumentos y sitios Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO están en riesgo. El cambio climático inducido por la actividad humana provoca eventos meteorológicos más intensos, frecuentes e inesperados. Estos fenómenos deterioran y amenazan al Patrimonio de todo el mundo, desde los castillos del Loira, pasando por Venecia hasta la Opera House de Sydney. Distintas organizaciones como el ICOMOS o la Unión Europea investigan y dan visibilidad a esta problemática desde hace décadas. No solo son los parajes naturales: la cultura y la historia representadas en el patrimonio pueden llegar a desaparecer. Para remediarlo, hay que tomar medidas. Y el propio patrimonio puede ser fuente de inspiración sobre qué hacer ante el cambio climático.
La Asociación de Trabajadores de Incendios Forestales de Castilla y León se moviliza para exigir cambios en las condiciones de los que combaten el fuego. Denuncian la precariedad del sector, reclaman contratos estables durante todo el año y piden acaban con la externalización. Esaú Escolar es portavoz de la Unión Sindical de Castilla y León, sindicato que representa a los agentes medioambientales. "Entendemos que la prevención de los incendios forestales se puede mejorar. El noroeste de España siempre tiene los peores datos tanto en los incendios de invierno como en los de verano. Es un poco chocante que la zona de la Península ibérica donde más llueve es la que más se quema". Escolar cree que la administración tiene "muchas" responsabilidades tras esta gran oleada de incendios. "Hay que hablar de los incendios todo el año, porque todo el año es una labor preventiva", añade.
Respecto a la prevención y medidas que estarían en manos de los propietarios, Escolar indica que la vida en los pueblos de esta zona de España ha cambiado mucho en las últimas décadas. "Ahora en una aldea de 100 habitantes se vive igual que una ciudad. Hace 200 años en cualquier pueblo, podía haber dos o tres cuatro panaderías con hornos de leña, cerámicas... La cantidad de combustible que se utilizaba para la vida cotidiana era impresionante hace 100 años. Ahora mismo hasta las propias localidades tradicionales que hace cazuelas de barro en la zona de Zamora, tienen los hornos eléctricos. El problema es que no se utiliza el monte, el bosque, no gestionamos un recurso natural renovable como es la biomasa. Hay que tener el monte limpio y gestionarlo durante todo el año", apunta y añade que hay que incentivar el uso del monte "como energía, como pasto para los animales, etc". Entrevista completa en RNE Audio.
Los últimos incendios han hecho arder el 1% de la Península Ibérica. Según los expertos, el cambio climático ha hecho que sea 40 veces más probable que en España se den unas condiciones meteorológicas que favorezcan los incendios. También se vuelven más frecuentes los fenómenos extremos, como la última ola de calor, muy larga e intensa. Nuestra capacidad de información, sin embargo, no avanza tan rápido.
