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A pesar de las amenazas de Alexander Lukashenko, decenas de miles de personas han vuelto a salir a las calles de Minsk para exigir la anulación de las elecciones del 9 de agosto y que consideran fraudulentas.

Seguimos pendientes del estado del opositor ruso Alexei Navalny, ingresado en Alemania tras ser supuestamente envenenado y también seguimos atentos a la evolución del coronavirus en Francia, Italia y Reino Unido. También, de la tragedia en Perú tras una estampida en una fiesta en Lima a pesar de las restricciones y el toque de queda nocturno. Y no dejamos de lado la situación en el Caribe con la llegada de la tormenta tropical Laura a Cuba y Marco a Luisiana.

Entre los países que han ofrecido ayuda a Alexéi Navalny, principal opositor de Putin que se encuentra en coma tras ser presuntamente intoxicado con una sustancia desconocida, están Francia y Alemania. Macron ha anunciado que otorga ayuda médica y asilo al opositor ruso si lo necesita. Lo han dicho tras una reunión entre la canciller alemana, Angela Merkel. Una cita en la que también han tratado temas como la pandemia o la situación bielorrusa. Macron indica que las noticias que tienen de la salud de Navalny “son inquietantes”. Informa Paco Forjas, corresponsal en París.

Francisco Veiga, analista y catedrático de Historia Contemporánea en la Universidad Autónoma de Barcelona, ha indicado que se cuestiona ahora la continuidad de Lukashenko por la importancia de lo que sucedió en la primera oleada de coronavirus en el país. Ha considerado que sus declaraciones “causaron muy mala impresión” y su actuación fue “muy cuestionable”. “Sus actos tienen más repercusión por su cercanía a la OTAN”, ha destacado en el programa Cinco continentes de Radio 5.

“Moscú cree que es momento de cambiar el régimen porque no hace buena propaganda a Putin, cuando además la popularidad de Putin ha descendido”, ha sostenido Veiga. El profesor ha explicado que la situación geográfica de Bielorrusia es “delicada” porque es “una zona muy sensible”: “Tiene intereses directos con Rusia, Ucrania y un equilibrio inestable con Polonia y los Estados bálticos. Para Rusia es importante un recambio que no genere tensiones militares”.

Una decisión adoptada por unanimidad tras el Consejo Europeo extraordinario en el que los 27 y las autoridades comunitarias han analizado la situación en Bielorrusia. La Unión europea no reconoce los resultados de las últimas elecciones, apuesta por una transición hacia la democracia en Bielorrusia y anuncia sanciones individuales por la represión en las protestas sociales desarrolladas en el país. Informa Sara Alonso.

Los líderes europeos han acordado este miércoles no reconocer los resultados de las elecciones en Bielorrusia, que dieron una amplia victoria al presidente, Alexandr Lukashenko. Reunidos en un Consejo Extraordinario, los Veintisiete han acordado imponer sanciones a individuos responsables de la violencia en las manifestaciones y del fraude electoral. Entretanto, Rusia mantiene su alianza con Bielorrusia, pero por primera vez ha reconocido que las elecciones no fueron del todo transparentes. 

La cumbre del Consejo Europeo ha debatido hoy la validez de los resultados electorales que dieron la victoria a Alexandr Lukashenko y las posibles sanciones contra las masivas protestas ciudadanas y la dura represión policial.

Hay una discrepancia: Polonia, Hungría, República Checa y Eslovaquia siguen viendo a Lukahsenko como un interlocutor válido. La UE habla de mantener el diálogo, reducir las tensiones y no reconocer las elecciones, y están estudiando sanciones pero que no afecten al pueblo. Informa Aurora Mínguez.

La ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, ha confirmado en 'Las mañanas de RNE' que ha hablado esta mañana con su homólogo bielorruso para pedirle el cese de la violencia en el país, la liberación de los detenidos en los últimos días de forma arbitraria y un amplio diálogo nacional “que solidifique la democracia”. González Laya ha dicho que las elecciones en Bielorrusia no fueron ni libres ni justas y, sobre las posibles sanciones, ha afirmado que la Unión Europea debe dejar claro que hay comportamientos de sus socios que no son admisibles. “No queremos sancionar al pueblo de Bielorrusia, sino a las personas que hayan cometido actos de violencia o fraude electoral. Lo contraría tendría un efecto inverso al que buscamos”, ha explicado la ministra.

González Laya ha reconocido que al Gobierno le preocupa la situación en Mali,  donde un golpe de estado ha derrocado al Gobierno. La ministra ha dejado claro que todos los españoles que están en el país, tanto civiles como militares, “están fuera de peligro” y ha reclamado la liberación del presidente y del primer ministro y el regreso del orden constitucional.

En cuanto al coronavirus, González Laya ha descartado que las restricciones en los viajes a España que están aplicando algunos países de la Unión Europea tengan que ver con fallos en la comunicación del Gobierno. “España está trasladando con premura y detalle todos los datos epidemiológicos a sus socios”, ha dicho la ministra, que no ha querido pronunciarse sobre el hecho de que Juan Carlos I haya elegido Emiratos Árabes Unidos como destino tras su marcha de España. “Es algo que no corresponde a la ministra de Exteriores, que tiene que asegurarse que sus relaciones son sólidas con todos los países”.

Continúa la crisis política en Bielurrosia, donde al presidente Lukashenko le han abucheado este lunes en una fábrica de tractores. El dirigente, apoyado por Rusia, desafia a sus oponentes y asegura que "no habrá más elecciones hasta que me matéis". Rusia mantiene oficialmente su apoyo a Lukashenko. Putin ha dicho que está dispuesto a prestarle la ayuda necesaria, pero no aclara si eso incluiría la intervención militar.
 

El presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko ha afirmado este lunes que "en general" la industria del país no ha parado pese a los llamamientos a la huelga general de los líderes de las protestas que sacuden el país desde hace nueve días. Por su parte, la candidata presidencial de la oposición, Svetlana Tijanóvskaya, actualmente exiliada en Lituania, se ha ofrecido para liderar el proceso de normalización en el país y organizar unos "comicios presidenciales limpios y transparentes", en un vídeo difundido este lunes en las redes sociales.

Svetlana Tikjanovskaya, la líder opositora de Bielorrusia, ha pedido a las fuerzas del Estado que se pongan del lado de los ciudadanos y asegura queestá preparada para ponerse al frente de la nación y llevarla a unos nuevos comicios limpios y reconocidos por la comunidad internacional. Mientras, el presidente Lukashenko ha rechazado la celebración de nuevos comicios. "Hasta que no me matéis no habrá más elecciones", ha dicho Lukashenko.

El presidente bielorruso mantiene el pulso pese a la presión exterior y niega repetir las elecciones ante miles de seguidores. Se enfrenta al mayor movimiento de oposición desde su ascenso al poder en 1994. Miles de personas convocadas por la oposición han vuelto a manifestarse este domingo en la denominada "Marcha de la libertad".

Ha sido la primera vez que los partidarios del presidente Luckashenko han salido a la calle desde la celebración de elecciones el domingo pasado que le dieron oficialmente la victoria para asumir un sexto mandato. Pero el baño de multitudes del presidente en la plaza de la Independencia se ha quedado corto frente a esta otra imagen del masivo seguimiento de la oposición en la llamada "Marcha de la libertad". Una importante participación que por el momento servirá de poco. Luckashenko ha dejado claro que no habrá rectificación, que no habrá nuevas elecciones y que no permitirá la imposición de un gobierno desde el exterior, algo que significaría, ha dicho, la muerte como estado y nación.

En un discurso en Minsk ante miles de sus seguidores, Alexander Lukashenko ha rechazado repetir elecciones presidenciales como reclama la oposición, tras unos comicios con serias denuncias de fraude. El líder de Bielorrusia ha acusado a la OTAN de concentrar numerosas fuerzas en la frontera occidental del país. En la Plaza de la Independencia Lukashenko decía a sus partidarios "queridos amigos, los he llamado aquí no para que me defiendan, sino porque, por primera vez en un cuarto de siglo, ustedes pueden defender la independencia de su país". Según la oposición los trabajores estaban llamados a acudir a la manifestación bajo la amenaza de perder sus empleos y fueron fletados autobuses desde fuera de la ciudad. Lukasshenko empieza a perder la base de su apoyo tradicional, tras las revueltas registradas tras esas elecciones presidenciales. Informa Ángel García.