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Los doce años de Benjamin Netanyahu como primer ministro de Israel podrían llegar a su fin. Este domingo el líder ultranacionalista Naftali Benet se ha ofrecido para apoyar una coalición alternativa. Netanyahu le acusa de traición.

FOTO: El líder de Yamina, Neftali Benet, tras su comparecencia de este domingo. Yonatan Sindel/Pool via REUTERS.

Por primera vez en 12 días, Gaza amanece en calma sin el estruendo de los bombardeos. Aunque ahora toca reconstruir lo destruido: más de 800 edificios, casas, escuelas, carreteras, infraestructuras… También dar asistencia a más de 60.000 desplazados internos.

Anoche algunos en Gaza, también en Cisjordania y Jerusalén Este celebraban lo que consideran una victoria sobre Israel tras declararse el alto el fuego.

Foto: AFP

A pesar de todos los problemas de Benjamin Netanyahu con la justicia esta última operación militar en Gaza le permite, de momento, sobrevivir políticamente. Ha coincidido con los 28 días que tiene el líder de la oposición, Yair Lapid, para formar una coalición de gobierno tras el fracaso inicial de Netanyahu y éste ha ganado tiempo.

Antes de la escalada estaba a punto de perder el poder con un acuerdo prácticamente cerrado entre Lapid y el ultraderechista Naftali Bennett. Pero éste último a raíz de los acontecimientos en Jerusalén y de los disturbios en ciudades israelíes con población palestina lo ha dejado en el aire por presiones, ya que ese ejecutivo necesitaría del apoyo de la formación islamista Lista Árabe Unida. El plazo para Lapid termina el 2 de junio y no se puede descartar el escenario de unas quintas elecciones, tras cuatro en dos años. Netanyahu, procesado por cargos de corrupción, podría concurrir reforzado por su respuesta al lanzamiento de cohetes desde Gaza.

El profesor de Estudios Árabes e Islámicos de la Universidad Complutense,  Ignacio Álvarez-Ossorio, ha analizado la escalada de violencia entre Israel y Hamás que comenzó el pasado lunes. "Si no hay una fuerte presión de la comunidad internacional, e muy difícil que Israel frene su ofensiva", ha explicado Álvarez-Ossorio, que ha subrayado que las guerras y los conflictos siempre benefician a los extremos. "En el caso palestino, es evidente que Hamás intenta instrumentalizar el conflicto. En el caso de Netanyahu, es evidente que necesita anotarse un éxito y el electorado israelí suele reconocer medidas enérgicas contra los palestinos", ha explicado. "Gaza es una prisión a cielo abierto con dos millones de personas que no pueden entrar ni salir. En Gaza no puede haber ataques quirúrgicos por mucho que a Israel le guste usar esa expresión", ha recordado el profesor.

La escalada de violencia entre Israel y los grupos armados de Gaza no cesa. Hasta el momento han fallecido 53 palestinos, 14 de ellos niños. En Israel las víctimas mortales son 6, uno de ellos menor.

Las milicias de Hamás y Yihad Islámica han lanzado más de 1.000 proyectiles, de los cuales 850 han impactado en territorio israelí. A Tel Aviv han llegado 130 de ellos. Por su parte, Israel ha llevado a cabo alrededor de 500 bombardeos, según el Ejército.

Estos últimos enfrentamientos son los peores desde 2014 en un conflicto asimétrico en el que la potencia de fuego del Ejército israelí es infinitamente superior a la de las milicias palestinas.

La lluvia cruzada de misiles y bombas han matado a casi 50 palestinos y seis israelíes en esta nueva escala bélica entre el gobierno de Netanyahu y Hamás. El investigador el Instituto ElCano Haizam Amirah-Fernández cree que los civiles de ambos bandos están sufriendo las decisiones de unos dirigentes que piensan “en sus propios cálculos” y recuerda que el contexto político puede favorecer que haya más violencia. “Netanyahu no consigue formar gobierno tras cuatro elecciones y para Hamás es una forma de demostrar que tienen capacidad de lanzar cohetes”, ha afirmado en 14 horas de RNE.

Haizam Amirah-Fernández explica queseguirá habiendo enfrentamientos mientras no se aborde el tema de fondo: la ocupación de territorios. "Si se entiende que hay una ocupación de territorios, la solución a esto es avanzar hacia su fin con el apoyo internacional y la seguridad necesaria para las poblaciones israelí y palestina. Si se entiende que no hay una ocupación, entonces todo esto se enmarca en terrorismo, porque cualquier palestino que haga cualquier cosa se considera que recurre a terrorismo”, ha afirmado.

Continúa la escalada de violencia entre palestinos e israelíes. Hasta el momento, han muerto 26 palestinos, 9 de ellos niños, y dos israelíes. Así se han vivido los ataques a un lado y otro. Los grupos islamistas Hamás y Yihad Islámica han disparado unos 250 proyectiles en las últimas horas. El Ejército israelí ha llevado a cabo al menos 130 bombardeos de represalia sobre la franja de Gaza.

Diversos edificios de ambas partes también han quedado destrozados. La mayoría de la población permanece escondida en sus casas, informa Efe. Sin embargo, varias decenas han desafiado los bombardeos para celebrar los funerales de los fallecidos.