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Don de lenguas

  • 'Fala', 'extremeñu', 'romanó', 'chistabino', 'asturiano'... le sorprenderá la cantidad de lenguas, dialectos y formas de hablar que hay en nuestro país
  • También es complicado el 'silbo' de La Gomera, un lenguaje sin habla que es Patrimonio de la Humanidad
  • El 'romanó' es un idioma que pertenece a una población pero no a un territorio. De hecho un gitano de Polonia podría entenderse con de España

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Comando Actualidad - Don de lenguas

'Fala', 'extremeñu', 'romanó', 'chistabino', 'asturiano'… le sorprenderá la cantidad de lenguas, dialectos y formas de hablar que conviven en nuestro país. Al margen del castellano y de las lenguas oficiales de cada Comunidad Autónoma, miles de personas, mucho más cerca de lo que piensa han mamado lenguajes de los que usted no entendería ni palabra.

Ángel vive en Espierba, un pueblo oscense con sólo tres vecinos. Este pastor ha recopilado en un diccionario todas las palabras de su lengua materna: el 'belsetán', una variedad del aragonés. Josefina habla en 'chistabino' con sus nietos con el fin de que no se pierda la lengua. Ellos lo entienden pero no lo hablan. No muy lejos, en el Valle de Arán, unas 3.000 personas hablan el aranés, lengua cooficial en Cataluña. Durante los tres primeros años de escuela todas las materias se imparten en esta lengua. Los estudiantes acaban conociendo cinco idiomas: castellano, catalán, aranés, inglés… y francés por proximidad fronteriza.

Unas 200.000 personas conocen el 'extremeñu', una lengua que sobrevive en el noroeste de Cáceres. Eduardo, el panadero de Serradilla, ha movilizado al pueblo para rodar una película en esta lengua que quiere conservar. También en Extremadura se habla la “fala”, pero no del mismo modo en San Martín de Trevejo que en Eljas o Valverde del Fresno. Incluso en un perímetro tan reducido hay veces que no se entienden. También es complicado el 'silbo' de La Gomera, un lenguaje sin habla que es Patrimonio de la Humanidad y que con cierta práctica podemos llegar a 'chapurrear' aunque seamos de la península.

El caso del romanó es muy particular. Es un idioma que pertenece a una población pero no a un territorio. De hecho un gitano de Polonia podría entenderse con otro de Rusia o de España hablando esta lengua. Aquí pervive el 'caló', mezcla de romanó y castellano, aunque cada vez menos lo hablan. Por eso hay jóvenes que tratan de recuperarlo. Lo han mamado y no quieren perderlo.

Tienen auténtico 'Don de lenguas', el miércoles a las 22,30 en Comando Actualidad.