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Más Isabel - Isabel de Solís, una vida llena de enigmas

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Isabel - ¿Cómo Isabel se enamoró de Muley Hacén?

Nada sabemos del pasado de Isabel de Solís, incluso es duda en la historiografía actual si éste era su verdadero nombre. Isabel de Solís es el nombre con el que la conocemos desde que se convierte (de nuevo) al cristianismo tras la Conquista de Granada.

Muchos tratadistas han atribuido su origen a un estatus noble; por ejemplo, que era hija de un comendador o un alcaide; mientras que Hernando de Baeza nos comenta un origen más humilde, como una niña más que lleva a abrevar en la fuente del Aguilar a unos animales. Quizás esto sea verdad, ya que Baeza se basa en recuerdos y testimonios de primera mano por haber sido traductor (taryûman) de palacio y haber conocido en persona a Isabel de Solís, a quien llama "mujer de mal gesto". Quizás se la elevó a categoría noble dado que sus descendientes quisieron probar ante la férrea sociedad española de entonces que su linaje morisco venía de cristianos viejos.

El secuestro de Isabel Solís

También los orígenes de Soraya están dividos entre Martos, Cieza, Bedmar y Aguilar de Córdoba en las fuentes que hemos revisado. Incluso los motivos de su escapada a la frontera castellano-nazarí están rodeados de misterio, con una nodriza o criada musulmana que la anima a conocer las tierras allende la Frontera tras contar de ellas maravillas1 .

Su vida durante el cautiverio

Siendo cristiana, Isabel de Solís pudo mantener su religión durante gran parte de su cautiverio, probablemente incluso hasta antes de casarse, como nos comentan algunos historiadores, ya que, según el derecho, un musulmán podía tomar como esposa o concubina a una judía o cristiana sin que ésta cambiara de creencia. Pero habiendo sido capturada de niña, y considerando casos similares, su conversión pudo haber tenido lugar al poco de ser tomada como cautiva, bien por voluntad propia o presionada por las circunstancias.

Convertida antes o después, lo cierto es que inicia su relación con Muley-Hacén entre el rechazo y el desprecio de las concubinas y la reina Aixa (Fatima al-Horra). Prueba de ello es la paliza que recibe de las otras mujeres del harén, que nos narra Hernando de Baeza, y que la deja casi muerta.

Este rechazo inicial hacia ella hizo que, a pesar de convertirse al Islam, el pueblo y los partidarios de Aixa y Boabdil comenzaran a motearla despectivamente como "La Romía" ( la "cristiana infiel"), no solo por sus orígenes cristianos de conversa sino porque Muley-Hacén estaba ya casado con Aixa, una princesa de sangre real (o de la aristocracia) nazarí y de la estirpe del Profeta.

A pesar de ello, Zoraida fue poco a poco conquistando el corazón de Muley-Hacén, quien un día la apartó del gineceo de la Alhambra y pasó a vivir con ella a la torre de Comares. Ese día la llenó de estupendos regalos, según nos sigue contando Baeza: "y envió (Muley Hacén) por sastres y plateros y sederos, y mandó hazer rropas y joyas de estado rreal á aquella muger, las quales no se cree que otras semejantes oviese tenido rreyna alguna de granada". Tiempo después, Zoraida era la reina por excelencia del Reino Nazarí.

Su vida tras la muerte del Emir

Después de la muerte de Muley-Hacén y su prisión en el Valle de Lecrín, con la conquista de Granada por los Reyes Católicos, Isabel de Solís vuelve a recuperar su libertad y vuelve a Castilla y a su condición de cristiana, bautizándose de nuevo y con ella, sus dos hijos.

En este caso, Isabel de Solís sería una tornadiza, cristiana "conversa de moro", como dirían las crónicas de la época, además de ser una “elche” para los musulmanes. Al final, su alma se encontraba entre dos mundos. Sería una “cristiana de "Alá" en palabras del profesor Bartolomé Bennasar. Rechazada en el mundo islámico, se la mira con recelo también en el cristiano por su condición de renegada.

Nada se sabe de el lugar donde murió Isabel de Solís.