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¿Hay que pagar por recolectar las setas del bosque?

Coto a la seta

  • Sólo en Cataluña, unas 350 mil personas irán este otoño a por setas
  • Los propietarios forestales denuncian que los bosques están esquilmados
  • En España, el consumo de setas ronda los 40 millones de kilos por año

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Repor - Coto a la seta

“Coto a la seta” se emite el próximo lunes 5 de noviembre en el Canal 24 Horas y el martes 6 en La 1 de TVE. Es un reportaje de Carlos Enrique y Nacho Rodríguez

Llegó el otoño, época de colores mágicos en los bosques….Pero también es época de setas y lo que debería ser un remanso de paz se llena de sabuesos rastreadores que primero aparcan sus coches en la cuneta para luego lanzarse a rebuscar entre la hojarasca a fin de encontrar el ansiado tesoro. Los fines de semana, los bosques de la comarca catalana del Berguedá sufren una invasión a mansalva de “boletaires”, algunos recorren hasta 300 kilómetros para ir a por setas.

Hasta ahora en Cataluña lo de ir a por setas siempre ha sido gratis pero visto el grado de sobrexplotación de algunas comarcas seteras, la Generalitat ha empezado a poner coto a la seta.

Una iniciativa controvertida que cuesta 10 euros por temporada

En los bosques que rodean al monasterio de Poblet en Tarragona se lleva a cabo la primera medida de regulación pública. A cambio de 10 euros se entrega un carnet que permite recoger setas durante toda la temporada. El canon pretende ser disuasorio, como medida de protección al medio ambiente, pero eso no está exento de polémica. No sólo la Generalitat ha puesto coto a la seta, algunos propietarios forestales catalanes quieren cobrar por recolectar setas. Es el caso de Josep que ha empezado a cobrar a los “boletaires” que entran en sus terrenos de Sant Llorenç de Morunys. Insiste en que cuidar el bosque y hacerlo productivo es su trabajo y por tanto su fuente de ingresos.

El boletus: el diamante más preciado del valle de Ultzama

Existen varios cotos de setas repartidos por España pero tal vez sea el del valle navarro de Ultzama, el que sirva de ejemplo como modelo de gestión forestal que genera beneficios económicos a toda la zona. En el parque micológico, los guardas forestales hacen algo más que cobrar un canon a los buscadores, elaboran un “parte micológico” o lo que es lo mismo informan al visitante sobre qué tipo de setas encontrara según temporada y climatología u ofrecen también un servicio de consultoría donde comprueban la posible toxicidad de algunos ejemplares dudosos. El negocio funciona…se han creado puestos de trabajo y la hostelería local también ha visto crecer su fuente de ingresos.

Puede que la lección radique en saber que ir a por setas es algo más que rebuscar ente la hojarasca de otoño. La seta es un recurso que genera riqueza y si se quiere conservar, antes hay que haber aprendido a respetar el bosque.