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TVE estrena seis documentales de 'músicas del mundo' de la mano de sus maestros

  • La serie arranca con el capítulo dedicado a Cuba, con el músico Elíades Ochoa

Se ha rodado en Cuba, México, Honduras, Belice, Argentina y Perú

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Todo el mundo es música - Cuba: "Luchando por la vida"

El veterano músico cubano Elíades Ochoa, ganador de un Grammy por la banda sonora del filme Buenavista Club Social de Wim Wenders, abrió de par en par las puertas de su casa al equipo de rodaje. “Incluso nos enseño la ciudad”, explica la directora de Todo el mundo es música, Patricia Ferreira, que relata como todos los artistas latinoamericanos se implicaron de lleno en el proyecto.

Una condición que, según cuenta, se antoja indispensable para sumergirnos en “la otra cara de los músicos”, y en la historia de sus países, dónde son verdaderas estrellas.

‘Viviendo’ con los músicos

“Queríamos mostrar para que sirve esa música desde los lugares dónde han nacido los cantantes, y para eso ‘nos hemos colado en su día a día’. Las películas no son sólo una canción detrás de otra, también cuentan una historia’”, aclara Ferreira, directora de largometrajes como El alquimista impaciente o Para que no me olvides, en su primera incursión a fondo en documentales ambientados en el universo de la música.

La principal obsesión de todos los artistas era que la música se oyera bien

Todo el mundo es música es casi una road movie musical. Viaja por seis países diferentes guiados por maestros del género, que bucean en las raíces populares de sus ritmos tradicionales.

El son cubano de la mano de Elíades Ochoa (Cuba: Luchando por la vida), Los Tigres del Norte desvelan el auge del narcocorrido (México:Música y cuernos de chivo), Aurelio Martínez recorre los ritmos garifunas de la Costa del Caribe (Honduras y Belice: La aventura garifuna), Chango Spasiuk guía al espectador hacia el sonido del chamamé argentino (Argentina: Chamamé crudo) y la ganadora de un Grammy, Susana Baca, se adentra en las "músicas negras" del Pacífico (Perú: Música afroperuana: tras la larga noche).

Y alrededor de los maestros, músicos jóvenes que innovan y artistas tradicionales “que crearon la base de todo”, cuentan a RTVE.es los miembros del equipo. La serie se completa con un capítulo- resumen en homenaje a la música.

Un rodaje complicado

El rodaje fue extremadamente complejo porque los protagonistas son verdaderos ídolos en sus países de origen, y reunirlos a todos fue “complicadísimo, además teníamos que cargar mesas de sonido y materiales de acá para allá, y hasta acabamos en medio de un tornado en Belice”, recuerdan.

“La principal obsesión de todos los artistas era que la música se oyera bien”- puntualiza Ferreira- pero cuidamos tantísimo el sonido que se quedaron tranquilos”.

La serie ha sido producida enteramente por TVE, y es una de las últimas "producciones a lo grande", nos cuentan desde La2, en referencia a que ha sido rodada antes de la entrada en vigor de la nueva ley de financiación de RTVE.

Cada uno de sus capítulos ha sido grabado en vídeo digital, y contiene una media de entre 10 y 12 números musicales. Se rodaron en espacios naturales como la calle, clubs o locales de ensayo, incluso en el estrépito de fiestas y carnavales. Para las mezclas de este “sonido directo” se utilizó el sistema 5.1.

Nos colamos en las casas de los músicos

Los documentales ven la luz cuatro años después de su grabación. En 2005, Patricia Ferreira viajó a Brasil. Allí conoció a un conductor que vivía en la extrema pobreza de las favelas, pero cuando hablaba de música “revivía y me mostró orgulloso las canciones de su país con las que se identificaba plenamente”, cuenta la directora.

Este entusiasmo motivó a la realizadora a trabajar en las películas. “¿Y porqué no está Brasil en la muestra?, le preguntan en la presentación. “No faltará en una segunda tanda de documentales”, responde convencida.