Bilbao, mucho más que industria
- Visitamos Bilbao de la mano de José María Íñigo
Información extraída de la web del Ayuntamiento de Bilbao
Esta semana volvemos con José María Íñigo a Bilbao, corazón de una metrópoli de más de un millón de habitantes que desde su fundación, hace más de 700 años, es el eje principal del desarollo económico y social de la provincia de Bizkaia.
Los orígenes de Bilbao se remontan a una población asentada a orillas de la ría del Nervión. Fue Don Diego López de Haro V, señor de Bizkaia, quién en el año 1300 le concedió el título a la ciudad debido a su significativa relevancia como núcleo comercial y marinero en la época.
Núcleo económico de Bizkaia
La singular ubicación de la ciudad, a orillas de la ría de Nervión, propició el desarrollo del comercio marítimo. Los intercambios comerciales también favorecieron el enriquecimiento cultural de la ciudad, impulsado igualmente por los peregrinos que llegaban a Bilbao camino de Santiago de Compostela.
A lo largo de los siglos XV y XVI, Bilbao consolidó su posición comercial, convirtiéndose en el núcleo económico más importante del Señorío de Bizkaia. En este periodo, se refuerzan los intercambios con los puertos de Europa y, posteriormente, se abre al comercio con las colonias de América. La población sigue aumentando y la ciudad se expande.
A mediados el siglo XV se constituyó el Casco Viejo de Bilbao, zona en la que se alzó la Catedral de Santiago, un templo de estilo gótico que es uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad.
El auge de la industria siderúrgica
El siglo XVIII dio un nuevo impulso a la Villa, que seguía creciendo económicamente y buscaba nuevos espacios para su cada vez mayor número de habitantes. Sin embargo, fue en el siglo XIX cuando la ciudad se transformó por completo. Bilbao experimentó un desarrollo sin precedentes, gracias a la explotación de las zonas mineras, que contribuyó a potenciar el comercio marítimo y la actividad portuaria, mientras surgía con fuerza una importante industria siderúrgica y la construcción de buques se convirtió en un elemento fundamental del crecimiento económico.
Mientras tanto, el ferrocarril llega a Bilbao y la ciudad refuerza su importancia como centro económico y financiero. Aparecen el Banco de Bilbao y el Banco de Bizkaia y, a finales de siglo, la Bolsa.
Expansión urbanísitica
A la expansión económica le siguió la urbanística, ya que fue en esos años cuando se construyeron algunos de los edificios más importantes de la ciudad (como el Teatro Arriaga, inspirado en la Ópera de París) y Bilbao inició su primer proyecto de ensanche.
El crecimiento económico de Bilbao, acompañado de un importante desarrollo cultural, sólo se verá interrumpido durante la Guerra Civil (1936-1939), pero después la ciudad retomará su capacidad de creación de riqueza, convirtiéndose en un gran polo de atracción para muchos inmigrantes que llegaban a trabajar en la floreciente industria bilbaína.
Bilbao en el siglo XXI
A finales del siglo XX, la industria siderúrgica entra en una profunda crisis que obliga a la ciudad a afrontar la difícil reconversión industrial y a gestionar sus consecuencias negativas.
Después de años de incertidumbre económica, Bilbao recupera su dinamismo al convertirse en una ciudad de servicios, volcada en su regeneración medioambiental y urbana. Liberada de los antiguos terrenos industriales, la Villa afronta una nueva transformación espacial, que la ha convertido en una ciudad cada vez más atractiva para sus visitantes. El impresionante Museo Guggenheim o el Palacio Euskalduna de Congresos y de la Música se han convertido en los grandes referentes de la nueva vocación de Bilbao.