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'Una hermana', un apasionante retrato del primer amor

  • Es el nuevo cómic de Bastién Vivès (El gusto del cloro, The Last Man)
  • Un relato sobre el paso de la niñez a la adolescencia y el descubrimiento de la sexualidad

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Detalle de la portada de 'Una hermana'
Detalle de la portada de 'Una hermana'

En una entrevista de hace unos años, Bastien Vivès (París, 1984) aseguraba: "Siempre he dibujado a las mujeres con la mirada de un niño". Una mirada inocente y curiosa que afortunadamente no ha perdido y que es el centro de la nueva obra de "L'enfant terrible" del cómic francés: Una hermana (Diábolo ediciones) que, con toda seguridad, se colará en las listas de cómics imprescindibles de los próximos meses.

Una obra tan sencilla como fascinante en la que el francés vuelve a demostrarnos que es el autor actual que mejor sabe trasladar los sentimientos más profundos al papel. Y además lo hace de una forma tan aparentemente sencilla que es imposible no enamorarse de su historia y de sus personajes.

Una hermana es una obra que puede resumirse con una frase: "Un niño de 13 años conoce a una jovencita de 16 que le hace pasar de la niñez a la adolescencia". Pero bajo esa aparente sencillez, consigue despertar en nosotros miles de sentimientos complejos. Y hacernos recordar nuestro primer amor. Porque todos hemos sentido alguna vez las sensaciones que conlleva. De hecho, todo parece indicar que estamos ante una obra profundamente autobiográfica.

Páginas de 'Una hermana'
Páginas de 'Una hermana'

Páginas de 'Una hermana'

El primer amor

El cómic nos cuenta la historia de Antoine, un niño de 13 años que pasa las vacaciones en la playa con sus padres y su hermano pequeño. La mayor parte de su tiempo están dibujando o en la playa. Una noche, Antoine conoce a Helena, que tiene 16 años, y ha venido a pasar unos días con su madre. La presencia y el comportamiento de esta misteriosa muchacha turbará sus días, y tal vez la vida de Antoine.

Una historia tan sencilla como profunda, que Vivès nos cuenta de una forma muy natural. Y que nos recuerda a las películas de Eric Rohmer y al clásico Verano del 42 (Robert Mulligan, 1941).

Bastien Vivès sigue siendo el mejor retratista de la juventud. El cronista de las emociones, los sueños y las esperanzas de los jóvenes actuales. Además, no tiene ningún miedo en afrontar temas como el amor, las relaciones de pareja y el sexo sin ningún tabú. Aunque se trate del sexo entre dos adolescentes, como en este relato.

Páginas de 'Una hermana'
Páginas de 'Una hermana'

Páginas de 'Una hermana'

El maestro de la sugerencia

Bastien Vivès es el rey de la sugerencia. En el cine y el cómic actuales casi todo se repite, se remarca para que no haya ninguna posibilidad de una mala interpretación; nos tratan como si fuésemos tontos. Pero en los cómics de Vivés solo se sugieren las cosas. Los lectores, basándonos en nuestras propias experiencias, completamos el relato.

Es como su dibujo, con unas pocas pinceladas transmite las emociones justas. Los lectores nos encargamos de completar las imágenes y los sentimientos de los personajes.

En el cómic los ojos y las expresiones faciales son fundamentales para transmitir emociones. Pero Vivès consigue hacerlo prescindiendo de ellos en numerosas ocasiones. Sus trazos son los mínimos pero, a la vez, los que mejor nos ayudan a comprender cómo se sienten los personajes. Los que mejor transmiten las emociones.

Páginas de 'Una hermana'
Páginas de 'Una hermana'

Páginas de 'Una hermana'

Con esos mismos trazos, también consigue transmitir la sensualidad de la mujer de una forma que pocos autores logran. Sus chicas son atractivas, sugerentes y carnales. Pero a la vez muy naturales, muy realistas.

Vivès también ha conseguido el respaldo de los lectores, incluso de los que no habían leído un cómic en su vida. Y también atraer a las mujeres a los tebeos, gracias a sus historias de amor y desamor, de deseo y ensoñaciones. Fábulas que hablan de sentimientos sin caer en el sentimentalismo. Algo tan sencillo en apariencia pero tan difícil de conseguir.

Como decimos, es imposible no enamorarse de sus personajes.

Páginas de 'Una hermana'
Páginas de 'Una hermana'

Páginas de 'Una hermana'

Una estrella del cómic actual

Sólo han pasado ocho años (2009) desde que un jovencísimo Vivès, de 22 años, entrase en el mundo del cómic por la puerta grande con su primera obra, El gusto del cloro, con la que ya consiguió el Premio Revelación Esencial en el Festival de Angouleme. Una obra que también versaba sobre los sentimientos y sobre la fascinación que una nadadora provocaba en un joven.

Durante tres años consecutivos (2010, 2011 y 2012), Vivès fue finalista al Premio a la Mejor Obra Extranjera en el Salón del Cómic de Barcelona. Y en estos últimos ocho años se ha convertido en una de las grandes estrellas del cómic francés gracias a obras como Polina o En Mis ojos.

Actualmente realiza The Last Man, junto a Balak y Michaël Sanlaville, un tebeo que empiezó como un homenaje al manga y a Dragon Ball y que acabó convirtiéndose en una historia apasionante. Un obra que consiguió el premio a la Mejor Serie en el Salón de Angulema y que también ha sido nominada a la Mejor Obra extranjera en el Salón del Cómic de Barcelona. Todas sus obras son editadas en España por Diábolo Ediciones.

En poco más de ocho años de carrera, Bastien Vivés se ha convertido en uno de los autores más importantes de cómics del mundo. Su estilo gráfico ha madurado, cad vez necesita menos líneas para contar más cosas, pero lo que no ha cambiado es su habilidad para narrar historias que despiertan multitud de emociones en el lector.

Portada de 'Una hermana'
Portada de 'Una hermana'

Portada de 'Una hermana'