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Cien años del anarquismo español

  • El anarquismo español creó la CNT y la FAI
  • El proyecto libertario se materializó con las colectivizaciones

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Anarquismo: Vivir la utopía (1930-1939)

La historia del anarquismo español está llena de luces y sombras. Sombras, por la violencia y el terrorismo ejercido en muchos momentos; y luces, porque abarcó distintos ámbitos de la sociedad: cultura; feminismo; arte; cine y medios de comunicación.

En la actualidad, el discurso anarquista está vivo en muchos movimientos jóvenes alternativos. Ahora que se cumplen cien años del anarquismo español, rtve.es se acerca a este movimiento a través de sus protagonistas en el archivo audiovisual, que forma ya parte del patrimonio cultural de todos.

La CNT se funda en 1910

La Con federación Nacional de Trabajadores alcanzó, en algunos momentos de la primera mitad del siglo XX, una representación mayoritaria de los trabajadores. Barcelona fue la ciudad clave.

En la primera década del siglo XX, los cenetistas se organizan y comienzan un camino de luchas que culminan con numerosos avances sociales, como la jornada laboral de 8 horas.

En la II República (14 de abril de 1931), la CNT se convierte en la primera organización sindical de España, con más de un millón de afiliados. Pide el Voto por el Frente Popular, que gana, y entran en el Gobierno socialista de Largo Caballero: Federica Montseny, como ministra de Sanidad; y Joan García Oliver, como titular de Justicia; Juan Peiró (Industria); y Juan López (Comercio).

El anarquismo vuelve a la clandestinidad durante el franquismo y se legaliza de nuevo en 1977, pero queda fuera del Pacto de la Transición. Desde entonces, su representación es casi testimonial.

Las colectividades

Fue un paréntesis en plena Guerra Civil. Ante el abandono de multitud de empresas y cultivos por parte de los propietarios, los trabajadores se hicieron dueños de su trabajo: lo transportes y servicios públicos en la Ciudad Condal; y la producción lechera, en Cantabria. Hasta el 75% de la industria catalana fue colectivizada (Cambio 16).

La nueva economía quedó enmarcada por el decreto de colectivización de la Generalitat de Catalunya de 24 de octubre de 1936.

Vocación educadora y feminismo

Tenían fé casi absoluta en el poder de la transformación e incluso de la redención social de la cultura. Los libertarios se preocuparon de enseñar a leer y escribir a los obreros y campesinos y luego de ilustrarlos, siempre según las bases de una educación racional y según las leyes de la naturaleza.

"Los anarquistas colaboraron en la construcción del CENU (Consejo de la Escuela Nueva Unificada) que recoge las experiencias de las grandes líneas renovadoras de la enseñanza y las corrientes pedagógicas libertarias, desde las técnicas Freinet o Montessori a la escuela moderna y racionalista", explica Ferran Asia, historiador y poeta, en "La Vanguardia".

Respecto al feminismo, fue la ideología más avanzada en este punto. Muy bien representada por Federica Montseny y Amparo Roch, quienes ya planteaban en su momento que había una doble especificidad en la explotación de la mujer, que si hacían la revolución, ésta seguiría oprimida por el marido.

Violencia y anarquismo

La violencia ha ido ligada a los anarquistas en el papel de víctimas, pero también de ejecutores: los pistolereos del Sindicato Único y las patrullas de la FAI, en los primeros meses de la Guerra Civil (Carles Serrat, periodista).

El anarquismo español hizo suya la frase del anarquista Kropotkin de 1891: "Nos hacen falta dos organizaciones, una que funcione a la luz del día y otra, de acción; y la aplica creando la CNT y la FAI (ésta última, en 1927).

Uno de los momentos más graves en la historia del anarquismo español fue la violencia revolucionaria ejercida por los libertarios con los religiosos y burgueses en Cataluña, tras el golpe de estado militar el 18 de julio de 1936.

El rastro del anarquismo

Muchos movimientos sociales se nutren del ideario anarquista de los años setenta. De la agitación libertaria de esta década nacieron pautas y alternativas que aún aportan contenido a los movimientos sociales.

La huella de aquella época se observa en los movimientos en defensa del medio ambiente, en la lucha por un urbanismo a escala humana; en el pacifismo; en las propuestas de profesores que defienden una educación integral, participativa; en los que luchan por un modelo productivo que tenga en cuenta la economía sostenible; en la actual abstención o en el voto en blanco en las urnas (Pepe Ribas, autor de "Los 70 a destajo).

La exposición "Tierra y Libertad. Cien años de anarquismo", que ha dirigido Julián Casanova; y el enciclopédico trabajo de Dolors Marín "Anarquista", tratan de explicar este movimiento, la cultura anarquista, marginada en la explicación histórica general.