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Cine

Audrie Diwan: "El aborto está rodeado de silencios, como si fuera un derecho que nos pueden arrebatar"

  • Se estrena en España El acontecimiento, ganadora del León de Oro en el Festival de Venecia

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Anamaria Vartolome, en 'El acontecimiento'.
Anamaria Vartolome, en 'El acontecimiento'.

Ya se trate de uno natural, uno legal o no digamos ya en uno de los países en los que es ilegal, el aborto es un tabú: es difícil que aparezca abiertamente en las conversaciones y normalmente se maneja como un asunto secreto. Lo explica perfectamente la cineasta Audrey Diwan: siempre le inquieren por los motivos para dirigir El acontecimiento, un drama sobre el aborto de una joven francesa de los años 60, y Diwan, precisamente, señala que la pregunta no se plantea para cualquier otra película de época.

El acontecimiento se llenó de razón de ser en el Festival de Venecia, donde ganó un justo León de Oro. ¿Por qué? El resumen es que muestra todas las aristas, físicas y emocionales, de un embarazo no deseado hasta convertir el visionado en una experiencia inmersiva. Y, a través de esa trama, explora lo que en esencia es una búsqueda de la libertad.

La autenticidad de El acontecimiento no es casual: es la adaptación del libro autobiográfico de la novelista Annie Ernaux publicada en 2000. Es, por tanto, la historia de una personalidad singular, una joven fuerte, de origen humilde, que siempre estuvo determinada a no renunciar a sus estudios universitarios de literatura y vocación literaria. En los años 60, convertirse en joven madre soltera suponía el final de toda esperanza. y practicar un aborto clandestino estaba penado con cárcel. Ernaux no dudó, estaba dispuesta a pagar cualquier precio, pero por el camino sufrió una soledad extrema.

Diwan alerta: el aborto es la trama, pero alrededor hay mucho bosque. “No tenía especial interés en abordar ese tema en particular, de hecho, me molesta que la película se reduzca solo a eso, porque también habla de muchas otras cosas: del deseo sexual, de las clases sociales, de lo que supone para ella estudiar, de vivir a caballo entre dos mundos diferentes; el de su familia proletaria donde se siente fuera de lugar y el mundo más burgués de la universidad donde aún no tiene su propio espacio, y qué significa para ella conquistar su propia libertad”, explica en una entrevista con RTVE.

Una experiecia casi física para el espectador

Diwan enclaustra a su protagonista en un formato 1,37:1, encimando su cámara y jugando con el fuera de campo para subrayar la opresión. La película es también la revelación mundial de Anamaria Vartolomei, una actriz que, con apenas 22 años, es bien conocida en Francia, y que despliega una gama de matices asombrosa.

El éxito de Diwan en Venecia coincide con el de Julia Ducournau en Cannes con Titane y el de Carla Simón en Berlín con Alcarràs. Además del probable triunfo de El poder del perro, de Jane Campion, en los Oscar. Ahora se habla mucho de ‘la mirada femenina’ y creo que eso está muy bien. Comprender la mirada femenina significa que entendemos que el género influye en nuestra mirada, pero eso no quiere decir que la mirada esté limitada y circunscrita al género”, puntualiza Diwan.

Aunque no sea el objetivo, la fuerza de su película resuena en la realidad del aborto en el mundo. “La sensación de que está de actualidad se acrecentó cuando vimos que en un país relativamente cercano como Polonia, prácticamente se ha prohibido. Así que el tema desgraciadamente sí tiene resonancias, y lamentablemente cuando escribimos sobre el aborto clandestino siempre es un tema de actualidad”.

Pero insiste, el tabú no hace sino debilitar un derecho: “Aunque el aborto es legal en Francia hablamos de un derecho muy frágil. No se trata mucho el tema, es un asunto rodeado de silencios, como si fuera un derecho que nos pueden arrebatar en cualquier momento”.