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Arturo Pérez-Reverte: "En España el maltrato animal sale casi gratis"

  • El escritor presenta su última novela negra Los perros duros no bailan
  • Los personajes son canes en una parodia del comportamiento humano

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Llega a las librerías el último libro de Arturo Pérez-Reverte: "Los perros duros no bailan"

El escritor Arturo Pérez-Reverte reconoce que una de las pocas cosas que le emocionan es cuando uno de sus perros “le mira”, y añade que tan solo con la compañía de unos canes sería dichoso en una isla desierta.

“El perro tiene virtudes que me gustaría para los humanos como la lealtad y la dignidad”, reitera Reverte que no escatima elogios en su devoción por estos animales, que “nunca te fallan” aunque un amigo sí puede hacerlo, sentencia.

En este amor “perruno” anida la semilla que ha dado luz a su última novela titulada Los perros duros no bailan (Alfaguara), en un guiño al libro de Norman Mailer, donde los personajes son podencos, bodegueros, dogos o lebreles, entre otras razas.

Una idea literaria que Reverte acarició desde la adolescencia, bajo el influjo de Jack London, Rudyard Kipling o del Coloquio de los perros de Cervantes, que le sirve de epígrafe.

Un deseo que el académico cartaginés ya había asomado en su antología Perros e hijos de perra (2014). Esta admiración canina ha cristalizado de nuevo en una novela policiaca “ortodoxa, corta, seca y dura”, que completó durante el verano de 2017 antes de la publicación de una entrega del detective Falcó, del que, por cierto, habrá nueva aventura en octubre.

Portada del libro

El protagonista de Los perros duros no bailan es Negro,un mastín mestizo atormentado por los recuerdos. Un viejo superviviente de la lucha de perros que volverá a sus orígenes para esclarecer el misterio de la desaparición de dos de sus camaradas, en un texto cargado de ironía que narra en primera persona.

Pérez-Reverte asegura que la novela no es una denuncia social, pero explica que tuvo que asomarse en su investigación a la realidad “cruel, amarga y dramática” de las peleas de perros clandestinas.

“En España el maltrato sale casi gratis porque se puede hacer cualquier atrocidad a un animal y solo les va a caer un año o una multa que no van a pagar”, señala el novelista que califica la legislación de “vergüenza”, y relata que los casos no se persiguen y dejan a las víctimas “indefensas”.

Universo revertiano en versión canina

De vuelta a la novela, el lector podrá hallar los reconocibles signos de identidad del universo revertiano. Una vuelta de tuerca en su territorio literario de “héroes cansados”, a los que el escritor presta su mirada y su larga experiencia como corresponsal de guerra.

“Negro ha estado allí. Tiene cicatrices y fantasmas. Me interesa esa mirada del que ha visto pero ya no puede ser inocente. Personajes que tienen una historia detrás y cómo se ha visto la vida enturbiada con esas ideas”, señala el autor en la presentación este jueves de la novela en Madrid.

“Mi respeto a los perros se ha mantenido, a pesar de la vida que he llevado y lo he perdido a algunos humanos, y eso también está en la novela”, señala Reverte, orgulloso amo de cinco perros de los que asegura le entienden cuando les habla.

Sin pizca de sensiblería pero con mucha dignidad, desfilan por esta historia chuchos que son tipos aguerridos, tragicómicos, tiernos y hasta una perra “narca” mexicana muy peligrosa.

Canes que saltan por encima de convenciones sociales y de la corrección política, que le han servido al novelista para escribir con total “libertad” en una parodia sobre el alma humana trasladada a los animales.

"A un perro no le preocupa lo que al día siguiente salga en Twitter", ha recalcado el escritor, que se permitió así "tener bula para poder contar la realidad de una forma que no podría hacerlo con seres humanos. Siendo perros, he podido contar cosas que siendo humanos se me habrían echado encima todo tipo de colectivos".

Precisamente, otro de los temas del libro es un alegato de la lucha por la libertad y su épica intrínseca. Un mensaje que el padre de la saga Alatriste traslada a las nuevas generaciones, a las que recuerda que ”levantarte y pelear” es fundamental para conservar las libertades que tenemos.“El ser humano debe estar en una guerra psicológica permanente porque todo puede desaparecer”, apostilla.

“La autocensura por el miedo a las redes sociales es terrible”

El peligro que corre la libertad de prensa en la actualidad también ha centrado las reflexiones del profesor y articulista, que señala que vivimos una época en la que “todo lo que se escribe es susceptible de crear conflicto” y ofender a diferentes colectivos, y así “cortamos la lengua” a periodistas necesarios.

“La autocensura por el miedo a la reacción de las redes sociales es terrible”, concluye Arturo Pérez-Reverte, que ha deslizado que dedica “el 30%” de sus intervenciones en Twitter a sus venerados perros.