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Estibadores y patronal logran un principio de acuerdo sin el apoyo de Fomento

  • La subrogación de los trabajadores sigue siendo el principal escollo
  • Piden ayudas públicas para que las empresas compensen el distinto coste laboral
  • "Se trata de dos medidas contrarias a la normativa europea", asegura Fomento

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Un momento de la reunión de los representantes de la patronal y de los sindicatos de los estibadores en Madrid
Un momento de la reunión de los representantes de la patronal y de los sindicatos de los estibadores en Madrid.

Los sindicatos de estibadores y la patronal Anesco han alcanzado este miércoles un principio de acuerdo sobre los aspectos laborales de la reforma del sector de la estiba, si bien el Gobierno lo ha rechazado.

La subrogación de los trabajadores y la petición del sector de que se recoja en una ley u otro instrumento normativo sigue siendo el principal escollo para el acuerdo, según se desprende de lo indicado por las distintas partes al término de la reunión.

El Gobierno no admite el principio de acuerdo entre empresas y sindicatos porque pide la subrogación por ley de los estibadores y ayudas públicas para que las empresas compensen el distinto coste laboral que supondrán los estibadores subrogados respecto a eventuales nuevas contrataciones.

"Se trata de dos medidas contrarias a la normativa europea, al sistema legal de relaciones laborales y al sentido común", ha asegurado el secretario de Estado de Infraestructuras del Ministerio de Fomento, que representa al Ejecutivo en la reunión.

Por su parte, tanto los sindicatos del gremio como la patronal Anesco, han expresado su "sorpresa" ante el hecho de que el Gobierno haya rechazado un acuerdo sectorial, en contra de lo que venían manteniendo hasta ahora.

La organización empresarial ha lamentado que no se pudiera alcanzar un acuerdo tripartito, si bien confía en que "la situación se pueda reconducir", según su director gerente, Pedro García. De su lado, Antolín Goya, dirigente de Coordinadora de Trabajadores del Mar, principal sindicatos de estibadores se preguntó qué más tienen que hacer los agentes del sector "para demostrar al Gobierno que la reforma de la estiba puede cumplir con lo que manda Europa de otra forma".

El mediador de las negociaciones, el presidente del Consejo Económico y Social (CES), Marcos Peña, ha quedado en presentar este jueves un acuerdo de mediación con el fin de reconducir la situación y analizar la posibilidad del acuerdo.

Bajadas de sueldo para los que ganen más de 2.230 euros al mes

Entre los puntos del acuerdo que ha sido rechazado por el Gobierno, los estibadores ofrecen bajar un 10% el sueldo de todos los trabajadores del colectivo que ganen más de 2.230 euros al mes, esto es, un importe equivalente a tres veces el salario mínimo interprofesional más un 5%.

La rebaja de salario propuesta por los estibadores sería así superior a la del 6% inicialmente ofrecida, si bien no se aplicaría a todos los trabajadores. "La rebaja se aplicará para todos los trabajadores de manipulación de mercancías cuyos ingresos anuales brutos (medidos en doce mensualidades) superen en un 5% el importe resultante de multiplicar por tres el salario mínimo interprofesional", recoge el texto del principio de acuerdo, de cuatro páginas, al que ha tenido acceso Europa Press.

El documento del principio de acuerdo incluye asimismo un capítulo en el que, bajo el epígrafe de "ayudas al sector", la patronal y los sindicatos piden ayudas del Gobierno tanto para prejubilaciones y bajas voluntarias, como para las subrogaciones de los trabajadores.

Así, los sindicatos de estibadores aceptan por vez primera que se acometa un ajuste en las plantillas incluso mediante bajas voluntarias, si bien piden que los que se acojan a ellas cuenten con un salario "equivalente a tres veces el salario mínimo interprofesional", esto es, de 2.122 euros al mes, el mismo importe mínimo que piden para prejubilaciones voluntarias. Para el caso de prejubilaciones forzosas, que se garantice el sueldo hasta llegar al cobro de la pensión.

De su lado, la patronal Anesco demanda ayuda para compensar la "repercusión que tendrá en la competitividad" el mayor coste laboral que derivará de subrogar a los trabajadores, frente al que supongan eventuales nuevas contrataciones. Este punto, junto con la solicitud de que la subrogación de los trabajadores del gremio "se disponga en una normativa con rango de ley" que también incluye el principio de acuerdo, son los principales aspectos que provocaron su rechazo por parte del Gobierno.