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Amirpour no convence en Venecia con 'The Bad Batch'

  • La cinta mezcla de canibalismo, western y romance en un mundo distópico
  • La estadounidense compite por el León de Oro

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Director Ana Lily Amirpour poses with actress Suki Waterhouse as they attend the photocall for the movie "The Bad Batch" at the 73rd Venice Film Festival in Venice
La directora Ana Lily Amirpour (d) con la actriz Suki Waterhouse en la presentación de 'The Bad Batch'.

La estadounidense Ana Lily Amirpour ha presentado este martes en Venecia The Bad Batch, una mezcla de canibalismo, western y romance en un mundo distópico que fue acogido con frialdad y cierto rechazo en Venecia, donde compite por el León de Oro.

Ni siquiera su reparto -Suki Waterhouse, Jason Momoa, Keanu Reeves, Jim Carrey o Giovanni Ribisi-, consigue mantener el interés por una historia que aporta poco a las películas postapocalípticas y que, pese a su halo de modernidad o precisamente a causa de él, se centra en la estética y olvida la historia.

"Es una carta de amor a algo americano, amo América, las cosas que amo no son perfectas. Es como un cuento de hadas de acción y aventuras en el desierto", ha explicado la realizadora en una rueda de prensa en la que tuvo ciertas diferencias de criterio con los periodistas y en la que se perdió en explicaciones vanas.

La acción se desarrolla en un futuro indeterminado, en medio del desierto de Texas, donde hay una comunidad, llamada Comfort, en la que viven los parias de la sociedad, y en otra parte cercana, unos caníbales liderados por un Jason Momoa que parece repetir su papel de Khal Drogo en Juego de Tronos.

Una joven, interpretada por Waterhouse, es capturada por los caníbales, que le cortan con una sierra un brazo y una pierna para comérselo a la brasa. Logra escapar y llega a Comfort, un lugar dirigido por 'El sueño', una especie de líder sectario al que da vida Keanu Reeves.

Cinta violenta

La violencia está muy presente en una película que no ahorra detalles escabrosos, algo que fue cuestionado por algunos periodistas y que provocó el rechazo de la directora. "¿Crees que es violencia solo por violencia? ¡Vamos a prohibir la violencia de las películas!", exclamó la realizadora, que se mostró a la defensiva ante las críticas recibidas a su trabajo.

Un proyecto para el que pasó un año de investigación en una comunidad que vive en el desierto de California y cuyos integrantes hicieron de extras en la película. Por eso considera que el desierto tenía que ser como un personaje más de la película, porque es el que determina el extravagante y excesivo comportamiento de las personas que viven ahí.

Desde la manipulación de los demás que caracteriza al personaje de Reeves a la locura del de Ribisi, la violencia del de Momoa o las ganas de sobrevivir de Waterhouse. Entre todos ellos, casi el más cuerdo es el vagabundo que ayuda a todos a su manera, igual que se aprovecha de ellos, y que interpreta de forma muy divertida y sin palabras Jim Carrey.

"Me identifico con todos los personajes en cierta forma", afirma Amirpour, que asegura que, como ellos, aún intenta averiguar quién es.

Una película que mezcla géneros pero que bebe mucho del western, como reconoció la realizadora.

"Me gustan los spaguetti western y los western en general, he crecido viéndolos con mi padre, en cierta manera están en mi ADN", afirmó Amirpour.