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Nueve de cada diez trabajadores domésticos en el mundo, excluidos de cualquier protección social

  • OIT: su remuneración es "menos de la mitad del salario promedio del mercado"
  • En España, el 30% no está afiliado ni contribuye a la Seguridad Social
  • Asia y América Latina concentran el 68% del trabajo doméstico del mundo
  • El 80% de los 67 millones de trabajadores domésticos en el mundo son mujeres

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Una empleada doméstica trabajando en Ciudad del Cabo (Sudáfrica) en una imagen de archivo
Una empleada doméstica trabajando en Ciudad del Cabo (Sudáfrica) en una imagen de archivo.

El 90% de los 67 millones de trabajadores domésticos en el mundo están excluidos de cualquier tipo de cobertura de seguridad social, según ha denunciado este lunes la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que destaca que la mayor parte de esta categoría de empleados son mujeres (el 80%) y que están concentrados en Latinoamérica y Asia (68%).

"La mayor parte de su trabajo es subestimado y carece de protección. Cuando los trabajadores domésticos envejecen o sufren lesiones, son despedidos, sin una pensión o apoyo adecuado al ingreso. Esto puede y debe ser corregido", ha denunciado Isabel Ortiz, directora del Departamento de Protección Social de la OIT, que ha subrayado el alto número de mujeres que son empleadas domésticas.

Según el informe de la OIT (ver .PDF), son unas 55 millones de mujeres. O lo que es lo mismo: una de cada 13 mujeres que trabajan son empleadas domésticas (en el caso de los hombres es 1 de cada 100).

"Dado que es una fuerza laboral predominantemente femenina muy expuesta a la discriminación, así como a la vulnerabilidad social y económica, las políticas para extender la protección social a los trabajadores domésticos son elementos fundamentales de la lucha contra la pobreza y a favor de la igualdad de género", ha señalado Philippe Marcadent, jefe del Servicio de mercados laborales inclusivos, relaciones laborales y condiciones de trabajo de la OIT.

El empleo doméstico -señala el estudio de la OIT- es una fuente significativa de empleo: alrededor del 4% de la fuerza de trabajo mundial (no más del 1,5% en Europa, el 6% en América Latina y el Caribe y el 7,7% en el mundo árabe).

Desprotección de los trabajadores en los países

Según la OIT, el 68% de los trabajadores domésticos se encuentran en América Latina y Asia, donde ha identificado "grandes problemas en la protección social" para este grupo, aunque también ha encontrado problemas en países industrializados.

Por ejemplo, el estudio señala que alrededor del 30% de trabajadores domésticos en España o Francia están excluidos de la cobertura de la seguridad social, mientras que en Italia el 60% no están registrados o no cotizan al sistema.

Entre los que sí lo hacen, la organización reconoce que en Europa los países han establecido la cobertura en la mayoría de ramas de la seguridad social, pero denuncia que en España las trabajadoras domésticas no tengan derecho a una prestación por desempleo.

Trabajadores domésticos migrantes

La situación es todavía peor para los trabajadores domésticos migrantes, que se estima que son 11,5 millones, como se refleja en el hecho que el 14% de países que ofrece alguna cobertura social a los domésticos no reconozca los mismos derechos a los trabajadores nacionales que a los inmigrantes.

En este punto, según la OIT, el estudio señala que "una creciente cantidad de trabajadoras domésticas se ve empujada a salir de su país en busca de mejores oportunidades laborales". Y subraya que en muchos países, "como en Italia o España", incluso hay más trabajadoras domésticas migrantes que trabajadoras domésticas nacionales.

La remuneración, menos de la mitad del salario promedio del mercado

Pero, en general, las remuneraciones en este sector representan "menos de la mitad del salario promedio del mercado" -como ocurre en el caso de Francia- y en algunos casos extremos, como el de Catar, no supera el 20%. En ello influye el bajo nivel de educación y calificación, la poca valoración social de este trabajo y el escaso poder de negociación de las trabajadoras.

Además, la organización denuncia que la cantidad de horas promedio trabajadas está entre "las más largas e impredecibles", con un mayor control de horarios entre los empleados que viven fuera del lugar de trabajo.

La OIT propone incentivos fiscales y planes de registro

Al explicar las conclusiones del estudio, el economista principal de la OIT, Fabio Durán-Valverde, ha asegurado que no hay un modelo perfecto que responda a las necesidades de los empleados domésticos, aunque "la cobertura obligatoria es un elemento crucial para alcanzar una cobertura adecuada".

Esta cobertura obligatoria debería incluir -mencionó- incentivos fiscales, planes de registro, campañas de sensibilidad dirigidas a los empleados y empleadores, así como sistemas de cheques de servicios.

Según reconoce la propia OIT, realizar estudios y evaluaciones sobre las condiciones en este sector son difíciles. El motivo es que la actividad se realiza en un hogar privado, lo cual dificulta el control y la inspección; los asalariados trabajan con cierta frecuencia para más de un empleador; existe una alta rotación laboral; el salario en especie es muy frecuente; existe una alta irregularidad en los ingresos percibidos y las relaciones laborales usualmente no son establecidas mediante un contrato de trabajo.