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Gustavo Petro deja definitivamente la Alcaldía de Bogotá destituido por crisis de las basuras

  • Su destitución ha sido firmada por el presidente Juan Manuel Santos
  • El exguerrillero estaba a la espera de una resolución sobre su caso del CIDH

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La llamada "crisis de las basuras" que sumió en el caos a Bogotá durante tres días a finales de 2012 le ha costado el cargo al alcalde de la capital colombiana, el exguerrillero Gustavo Petro, cuya destitución ha sido firmada por el presidente de este país pese a la petición en contra de la CIDH. Por su parte, el exguerrillero ha lamentado que no se esperase la resolución del CIDH y ha llamado a sus simpatizantes a manifestarse en su apoyo.

El presidente Juan Manuel Santos ha comparecido en una alocución al país para anunciar lo que muchos intuían: ratificar la destitución e inhabilitación por 15 años de Petro decidida por el procurador general, Alejandro Ordóñez, el pasado 9 de diciembre. "Debo proceder de conformidad con la Constitución y las leyes", ha dicho el presidente al aclarar que el Gobierno colombiano "no acoge la solicitud de medidas cautelares" adoptadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) la noche del martes.

Además, Santos ha designado al actual ministro de Trabajo, el liberal Rafael Pardo, como alcalde encargado de la capital a la espera de que se convoquen unas elecciones que son atípicas. Pardo, que asumirá el cargo este jueves, ha prometido que seguirá con el plan de gobierno de Petro, cuya destitución, según Ordóñez, fue causada por "fallos gravísimos" que cometió al cambiar el servicio de recogida de basuras de la ciudad de manos privadas al modelo público.

Preto llama a los colombianos a la huelga general

Tras la alocución presidencial, el propio Petro, que ha vivido cien días de lucha en los tribunales, ha reaccionado públicamente. Desde el balcón de la Alcaldía, el exguerrillero del M-19 ha recriminado a Santos que incumpliera "su compromiso público y personal" de respetar las medidas cautelares de la CIDH, y ha convocado a los colombianos a una huelga general que lleve a la convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente.

Yo no me arrodillo ante la oligarquía

"Yo no nací en una generación que se haya acostumbrado a arrodillarse ante la oligarquía colombiana", ha dicho a sus seguidores Petro, quien pasó dos años en la cárcel en los años ochenta por su militancia insurgente.

El destituido ha aceptado su salida del Palacio Liévano, sede de la Alcaldía, pero ha anunciado que liderará un "levantamiento" de la ciudadanía para "obligar a la oligarquía a convocar la constituyente que haga la paz".

"El voto en Colombia no sirve", ha agregado el líder izquierdista, que ha exhortado a sus seguidores a no desanimarse. "Nos esperan días difíciles que vale la pena vivir", ha dicho.

En el aire la reacción de las FARC

Una de las incógnitas que queda es cómo acogerán esta decisión las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que en su día dijeron que el procurador había dado "una lección a los alzados en armas sobre lo que significa la democracia para la oligarquía y sobre las nulas garantías para ejercer la política".

Las FARC inician este jueves un nuevo ciclo de conversaciones con el Gobierno en el proceso de paz que acoge La Habana desde noviembre de 2012 y que ambas partes han afirmado se basa en la confianza.

La destitución de Petro, no por esperada, discutida, ha dividido durante meses a la ciudadanía colombiana, que la vio como un nuevo episodio del conflicto político que vive este país desde hace seis décadas y que ha derivado en una sangrienta guerra.

En esta ocasión ha sido Ordóñez, representante de los sectores más cercanos a la derecha, quien ha salido triunfante, y del que Petro ha dicho que actuó "ciego en su fanatismo que no puede comprender la diferencia".