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El superordenador MareNostrum simulará las neuronas en el Human Brain Project

  • Es un potentísimo ordenador que ayudará a hacer simulaciones de gran tamaño
  • MareNostrum es capaz de hacer mil billones de operaciones por segundo
  • Investigadores del centro de Barcelona lideran partes del proyecto Human Brain

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Superordenador MareNostrum
Superordenador MareNostrum

El superordenador MareNostrum

MareNostrum es el superordenador más conocido del BSC. Se instaló en 2004 y se ha ido actualizando su capacidad, hasta su tercera versión, que permite realizar mil billones de operaciones por segundo (capacidad superior a 1 Petaflop/s).

Desde 2004, MareNostrum ha dado servicio a más de 2.000 proyectos de investigación científico-técnicos que requieren una alta capacidad de cálculo y de tratamiento de datos. Es el 36 superordenador más potente del mundo y el 12 de Europa, según el ránking Top 500 El MareNostrum ha sido fabricado por la empresa IBM con tecnología IDataPlex.

Fuente: bsc.es

El superordenador MareNostrum, ubicado en el Barcelona Supercomputing Center (BSC), ejecutará modelos de programación que simulan las neuronas cerebrales para el mapa del cerebro humano, o macroproyecto impulsado por la Unión Europea Human Brain Project.

El Human Brain Project (proyecto del cerebro humano, HBP en sus siglas en inglés) está considerado el proyecto neurocientífico más ambicioso del mundo con una inversión de 1.200 millones de euros. Este lunes ha tenido lugar una reunión inicial en Lausana (Suiza), a la que han asistido 135 centros de investigación europeos, entre ellos el Barcelona Supercomputing Center.

Según han informado los responsables del BSC, el reto de este macroproyecto cofinanciado por la Unión Europea es el de comprender y simular el funcionamiento del cerebro humano en sus diferentes capas, desde el genoma y niveles celulares a neuronas, circuitos, regiones del cerebro y finalmente el cerebro entero.

Simulación de las neuronas

El BSC aportará dos modelos de programación que ha desarrollado, 'OmpSs' y 'Compss'. Se utilizarán para que las simulaciones de gran tamaño que está previsto hacer en el proyecto puedan ejecutarse en los superordenadores europeos que participan en el proyecto y coordinarse entre ellas.

Los creadores de estos programas han revelado que el modelo 'OmpSs' se utilizará para optimizar la eficiencia de las simulaciones y el 'Compss' se empleará principalmente para coordinar y comparar los diferentes niveles de simulación del proyecto.

Este último se encargará de llevar a cabo la 'supercomputación interactiva', es decir, dar un apoyo necesario para que las múltiples simulaciones que  resuelvan un problema complejo puedan interactuar y compartir datos.

Otro de los papeles que tendrá el Barcelona Supercomputing Center en el proyecto Human Brain será el de ofrecer entrenamiento y actividades de apoyo para los investigadores no avezados en el uso de supercomputadores. Así les asesorarán sobre cómo tienen que programar sus aplicaciones.

Implicación del BSC en Human Brain Project

Cinco investigadores y expertos del Barcelona Supercomputing Center lideran diferentes partes del Human Brain Project, entre ellos el director de Ciencias de la Computación, Jesús Labarta y la investigadora experta en modelos de programación, Rosa María Badia.

También el director de Operaciones y responsable del MareNostrum, Sergi Girona, el jefe de sistemas del MareNostrum, Javier Bartolomé, y el investigador Álex Ramírez, que es el encargado del proyecto Mont-Blanc para desarrollar ordenadores de bajo consumo para utilizarlos en el proyecto.

Tecnologías que simulan el funcionamiento del cerebro

Según los científicos, tener una comprensión profunda de cómo opera el cerebro humano será clave para el desarrollo de nuevas herramientas para tratar las enfermedades neurológicas y crear nuevas tecnologías de la información.

Por eso, el Human Brain Project incluye la puesta en marcha de seis plataformas de investigación dedicadas a neuroinformática, simulación del cerebro, computación de altas prestaciones, informática para la medicina, computación neuromórfica y neurorobótica.

Durante los próximos 30 meses, los científicos van a poner en marcha y a probar estas plataformas y en 2016 esperan que estén listas para ser usadas en el proyecto, que, entre otras cosas, pretende acabar desarrollando chips que funcionen como las redes neuronales humanas y crear tecnologías inspiradas en el funcionamiento del cerebro e integrarlas en robots que sean capaces de aprender.