Enlaces accesibilidad

El primer ministro checo, Petr Necas, formaliza su dimisión por un escándalo de corrupción

  • El jueves fue detenida su jefa de gabinete
  • El presidente del país debe decidir si convoca elecciones anticipadas o no

Por
Petr Necas en una imagen del mes pasado
Petr Necas en una imagen del mes pasado

El primer ministro checo Petr Necas, el político conservador que hace tres años asumió el poder con la promesa de combatir la corrupción, ha dimitido por un escándalo de supuesto espionaje ilegal, sobornos y corrupción política.

Necas, de 48 años, ha presentado su dimisión al presidente del país, Milos Zeman. La renuncia se ha producido horas después de haber abandonado también la jefatura del gobernante Partido Democrático Ciudadano (ODS) y asegurar que se retiraba de la vida política.

Zeman ha aceptado la dimisión pero ha pedido a Necas que continúe en funciones al frente del Gobierno hasta que se forme un nuevo Ejecutivo. El presidente ha adelantado que entre los próximos viernes, sábado y domingo recibirá a los líderes de los partidos con representación parlamentaria para buscar una solución a la crisis. De acuerdo con la Constitución del país, el abandono del cargo por parte del primer ministro supone el fin de todo el Ejecutivo.

A un año del fin de mandato

Según ha declarado el sucesor interino de Necas en la presidencia del ODS, Martin Kuba, el partido gobernante ha decidido ya negociar con sus aliados la renovación de la coalición con un nuevo primer ministro, según informa Çeské Noviny en su edición digital. El ODS espera así poder elegir al sucesor del jefe de Gobierno para continuar en el poder hasta las elecciones legislativas previstas para mayo de 2014. Quieren así evitar que se anticipen los comicios, como exige la oposición socialista, aunque ésta no cuenta con la mayoría en el parlamento.

En una rueda de prensa, Kuba ha subrayado que el ODS desea mantener en el poder a sus dos aliados, el centrista Top09 del ministro de Exteriores, Karel Schwarzenberg, y el partido liberal Lidem. No obstante, la última palabra la tendrá el presidente, a quien compete determinar qué políticos integrarán un nuevo Ejecutivo. La prensa checa no descarta que el jefe de Estado se incline por otras opciones, como el establecimiento de un Gobierno tecnócrata o elecciones anticipadas.

La crisis está vinculada a la mayor operación policial contra la corrupción política en la historia de la República Checa desde la caída del comunismo. El escándalo salió a la luz el pasado jueves, cuando se supo que la Policía Anticorrupción efectuó redadas en varias oficinas gubernamentales y detuvo a ocho personas.

Según Radio Praga, el líder conservador, con fama de "limpio" decidió dimitir después de la detención y prisión preventiva de la jefa de su gabinete, Jana Nagzyová, acusada por la Fiscalía de abuso de poder, soborno y espionaje ilegal. Se sospecha que Nagyova, a la que el diario Çeské Noviny atribuye "una estrecha relación con el primer ministro", recurrió con supuestos "fines privados" a la inteligencia militar para espiar a Radka Necasova, la esposa del primer ministro desde hace 25 años, si bien recientemente el matrimonio ha abierto el proceso de divorcio.

Necas había negado en un principio su intención de dimitir y se había distanciado de su colaboradora, al afirmar que no conocía nada de los supuestos casos de vigilancia ilegal. Su dimisión se produjo un día después de que Zeman considerase "muy graves" las acusaciones de la Fiscalía, y las viese sustentadas sobre "pruebas sólidas".