Los islamistas se atrincheran al noreste de Mali, mientras Tombuctú sigue sin agua y electricidad

• Los dirigentes de los principales grupos armados se han atrincherado en Kidal
• Tras la huida de los islamistas, la ciudad carece de suministro de agua y luz

Soldados franceses saludan a soldados malienses mientras patrullan la recién liberada ciudad de Dabaly (Mali) este martes 22 de enero de 2013.

Una fuente de seguridad regional de Tombuctú, al noroeste de Mali, ha asegurado que los principales dirigentes de los grupos armados islamistas estaban "atrincherados en la región de Kidal", en el extremo noreste del país, catorce días después de que comenzara la intervención militar francesa y ha confirmado que Tombuctú se encuentra sin suministro de agua y luz desde hace tres días, según cita France Press.

La ciudad de Tombuctú se encuentra sin agua y electricidad, después de la partida de los islamistas que la ocupaban, según ha señalado habitantes de esta ciudad emblemática ciudad cultura musulmana en África y una fuente de seguridad regional, a los que citan France Press.

Un residente local ha asegurado que "durante tres días en Tombuctú, no ha habido agua potable y electricidad", ya que los islamistas "huyeron de la ciudad y parte de la población también", según cita France Press.

También un concejal de la región de Tombuctú, Moctar Ould Kery, ha confirmado estas informaciones asegurando que "no queda agua, la población ha huido y los islamistas también", es una ciudad "fantasma", ha asegurado.

Según estas personas, los islamistas aseguraban el suministro de agua y electricidad a la ciudad, incluido el combustible para los generadores, y después de su partida, ya no están garantizados.

Los dirigentes de los grupos armados en Kidal

Las comunicaciones por teléfono fijo o móvil con Tombuctú fueron cortadas por los islamistas antes de abandonar la ciudad, para evitar que la población pudiera facilitar información al ejército maliense.

Tombuctú fue alcanzada varias veces en los últimos días por ataques aéreos franceses que lograron llegar así a un "centro de comando" de Al-Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) y al palacio que el exlíder libio, Muamar el Gadafi, se hizo construir en la ciudad, que había sido ocupado por los islamistas.

La ciudad, situada a 900 km al noreste de Bamako, es Patrimonio Mundial de la Humanidad. Los yihadistas han destruido varios mausoleos de los santos musulmanes considerados sagrados por la gente local, bajo la promesa de destruir todas las tumbas que consideran lugares de "idolatría" contraria al Islam, lo que ha provocado protestas en todo el mundo. También han llevado a cabo lapidaciones y amputaciones entre la población en los últimos meses, para aterrorizar a los habitantes.