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Liberados los cuatro miembros de la CPI retenidos en Libia, entre ellos el español Esteban Peralta

  • Los funcionarios fueron detenidos cuando visitaban en la prisión a Saif al-Islam
  • Tomarán un vuelo fletado por Italia esta misma noche

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Libia ha liberado a los cuatro funcionarios de la Corte Penal Internacional (CPI) detenidos desde el pasado 7 de junio, entre los que se encuentra el abogado español Esteban Peralta, según ha confirmado a Efe la directora de comunicación de la corte, Sonia Robla.

Los cuatro funcionarios fueron detenidos mientras visitaban en la prisión a Saif el Islam (hijo del fallecido dictador libio, Muamar el Gadafi), que está acusado de crímenes de lesa humanidad por la fiscalía de la CPI.

Además de Peralta, de 48 años, permanecían detenidos la abogada australiana Melinda Taylor, de 36 años, la intérprete libanesa Helen Asaf y el diplomático ruso Alexander Jodakov, de 60 años.

Las autoridades locales acusan a Taylor de intentar haber entregado al hijo de Gadafi una carta de uno de sus más estrechos colaboradores, Mohamed Ismail, que está buscado por la justicia libia.

Fuentes diplomáticas han indicado a Efe que las investigaciones en Libia continúan, si bien contra el abogado español no hay cargos. La CPI también abrirá una investigación sobre los hechos ocurridos, según las mismas fuentes.

El presidente de la CPI, Sang-Hyun Song, se ha desplazado este lunes a Libia con motivo de la liberación de los funcionarios, sobre cuyo estado de salud no se han dado informaciones, aunque hace unas semanas la corte indicó que se encontraban bien de salud.

Casado y con dos hijos, Peralta, trabaja desde 2003 en la CPI como asesor legal.

La CPI y las autoridades libias están enfrentadas sobre dónde debe ser juzgado el hijo de Gadafi, acusado en La Haya de crímenes de lesa humanidad presuntamente cometidos por las fuerzas gadafistas durante las revueltas que estallaron en Libia en febrero de 2011 y culminaron con el linchamiento y muerte del dictador, el 20 de octubre del mismo año.

El tribunal tiene pendiente una orden internacional de arresto, pero las autoridades libias han cuestionado la admisibilidad del caso.