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La Policía estuvo en casa de la última víctima por violencia machista cuatro horas antes del crimen

  • Los agentes no advirtieron un peligro inminente y se marcharon
  • La fallecida se disponía a presentar una demanda de separación
  • El presunto asesino hizo una lista de agravios contra su mujer

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Un posible error policial en la última víctima de violencia de género

Una patrulla de la Policía Nacional acudió al piso de Madrid donde falleció la última victima de violencia machista unas cuatro  horas antes del crimen, después de que una vecina avisara de una  discusión, según ha informado la Jefatura Superior de Policía de  Madrid, que añade que los agentes no advirtieron un peligro inminente y se  marcharon del lugar.

Por este motivo, el PSOE ha pedido este miércoles la comparecencia en el Congreso del director  general de la Policía, Ignacio Cosidó, para que explique la actuación de  los agentes.

Fuentes de la investigación también han revelado que la mujer de 74 años asesinada en el barrio de Prosperidad del distrito madrileño de Chamartín -presuntamente por su marido, de 85 años, que está detenido- había contactado con un abogado se disponía a presentar la semana que viene una demanda de separación.

La vecina alertó sobre las 04.30 horas de que escuchaba una fuerte  pelea en el domicilio de la mujer fallecida y de su marido, por lo que  una patrulla acudió al mismo y se entrevistó con ambos, sin detectar  peligro, por lo que abandonaron el lugar.

Cuatro horas después, a las 08.30 horas, la policía volvió a ser  alertada de una discusión en el mismo piso y, después de que los  bomberos tuvieran que acceder por una ventana, descubrieron el cadáver  de Juventina con heridas de arma blanca en el cuello.

Su marido se había hecho varios cortes en los brazos y estaba herido  en la bañera, por lo que fue detenido y trasladado a un hospital.

El presunto asesino hizo una lista de supuestos agravias contra su mujer

El detenido, Aurelio M.R., que tras el crimen se autolesionó levemente y se ha negado a declarar, dejó una nota manuscrita para los agentes en la que les indicaba que "miraran en el ordenador" que había en la vivienda, han añadido esas fuentes.

Tras volcar el contenido del disco duro, los investigadores han podido comprobar que el hombre había anotado toda una lista de supuestos agravios contra su mujer, Juventina C.S.

Así, relataba que durante los años que permaneció enrolado como marinero envió "mucho dinero" que, según él, se había gastado su esposa, a la que también acusaba de infidelidades.

Las fuentes consultadas han señalado asimismo que el hombre llamó por teléfono a dos de sus hijos sobre las seis de la mañana.