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EE.UU eleva la presión sobre Siria tras el veto en la ONU con el cierre de su embajada

  • Francia habla de "escándalo" y Reino Unido de "tragedia"
  • Rusia tacha de "indecentes" las reacciones a su veto en la ONU
  • China niega estar protegiendo al régimen

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Los partidarios de la resolución contra Siria responsabilizan a Rusia y China de la represión

Estados Unidos y sus aliados occidentales tratan de aumentar la presión sobre el régimen sirio con medidas como el cierre de embajadas y la aprobación de otras sanciones sin salirse de la vía diplomática pese al veto de Rusia y China, que han respondido con contundencia a las críticas a su decisión.

Washington ha decidido cerrar su embajada en Damasco y ha detallado que todo el personal que quedaba en el país lo ha abandonado debido al deterioro de las condiciones de seguridad. 

El embajador, Robert Ford, ya había dejado el país tras participar en varios actos de apoyo a los rebeldes y sufrir intentos de agresión de los partidarios del presidente sirio, Bachar al Asad.

Así, a partir de este lunes los intereses de EE.UU. en Siria estarán representados por la embajada polaca.

Le ha acompañado en este movimiento Reino Unido, que ha llamado a consultas a su embajador en Damasco en protetsa por la represión contra los manifestantes por parte del régimen, que se ha acentuado -sobre todo en la ciudad de Homs- tras el fracaso de la iniciativa en Naciones Unidas.

Sin uso de la fuerza

Sin embargo, la estrategia occidental tras ese veto aún está por definirse ya que, como se ha encargado de poner sobre la mesa el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, los países occidentales no están dispuestos aún a usar la fuerza para derrocar a Asad, tal y como se hicieron en el caso del líder libio, Muamar Gadafi,

"Creo que es muy importante para nosotros tratar de resolver esto sin el recurso a una intervención militar en el exterior y creo que es posible", ha declarado a la NBC el presidente.

Así las cosas, Occidente se ha dedicado a descalificar la actitud de Rusia y China y responsabilizarles de lo que pueda ocurrir en Siria en un futuro.

En un comunicado conjunto, la  canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Nicolás Sarkozy, creen que Moscú y Pekín serán culpables de que "continúe el derramamiento de sangre".

"No abandonaremos al pueblo sirio", ha subrayado Sarkozy en la rueda de prensa posterior a la cumbre franco-alemana. Sarkozy ha anunciado que se dirigirá a su homólogo ruso, Dimitri Medvédev, para hablar de lo que considera "un escándalo". Merkel ha dicho que ambos países están "horrorizados" ante la falta de acuerdo en la ONU.

El Gobierno británico considera la actitud de China y Rusia como "incomprensible e inexcusable" y David Cameron cree que lo que ocurre en Siria es "una tragedia", según un portavoz de Downing Street.

Rusia: las críticas al veto son "indecentes"

Pero Rusia, principal impulsora del veto, no se ha callado y el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, ha calificado de "indecentes, al borde de la histeria" algunas reacciones en Occidente ante el veto chino-ruso.

"Algunas de las voces que se oyen en Occidente para evaluar el resultado de la votación en el Consejo de Seguridad de la ONU (...) suenan, diría yo, indecentes, al borde de la histeria", ha apuntado Lavrov en rueda de prensa tras reunirse con su homólogo de Bahrein, Halid al Halifa.

Lavrov, que se desplazará este martes a Damasco para reunirse con el presidente sirio, Bachar al Asad, ha tachado de "inaceptable" lo que considera como la incitación por parte de algunos países de conflictos étnicos y religiosos en Oriente Próximo y el norte de África.

El jefe de la diplomacia rusa ha dicho que los coautores del proyecto de resolución sobre Siria lo sometieron de manera precipitada a la votación del Consejo de Seguridad. -

Lavrov ha agregado que "para algunos era más importante achacarle a alguien la culpa (del fracaso de la resolución) que alcanzar el consenso en el Consejo de Seguridad de la ONU, algo que era del todo posible". Lavrov no ha querido desvelar el objetivo de su reunión con el líder sirio.

"Queremos que se cumpla el punto más importante de la iniciativa de la Liga Árabe sobre la necesidad de que cese la violencia provenga de donde provenga", ha señalado.

Pero la Liga Árabe ha dejado claro que la situación de seguridad empeora y el país se dirige a una "guerra civil".

El jefe de la organización  panárabe, Nabil Al Arabi, ha declarado que sigue "con gran ansiedad e  irritación" los últimos acontecimientos.

El presidente de Turquía, Abdullah Gül, ha advertido a Siria de que  "la guerra fría ha acabado". "El tiempo de utilizar el poder militar  dentro de un país ha acabado", ha dicho Abdulá Gül.

China niega que proteja al régimen

China también ha rechazado las acusaciones de EE.UU. de que "protege" al régimen sirio. "No protegemos a nadie.  Defendemos la justicia en la cuestión siria", ha declarado el portavoz  del Ministerio de Asuntos Exteriores. China "no acepta las acusaciones"  sobre el veto conjunto chino-ruso, ha declarado Liu Weimin, en  resferencia a las declaraciones de la secretaria de Estado, Hillary  Clinton.

China ha reiterado también este lunes su petición para que las partes detengan la violencia. Mientras tanto, el diario China Daily dedica un editorial al conflicto y asegura que Occidente "quiere abrir la puerta al cambio de un régimen que constituye un obstáculo para la puesta en marcha de sus políticas en Oriente Medio".

Por último, Irán, que mantiene una fuerte alianza con el gobierno sirio, ha reiterado su oposición a cualquier intervención en los "asuntos internos" de Siria.  "Los países occidentales proponían derrocar al presidente sirio, Bachar  al Asad, y entregar e poder al vicepresidente, pero nada en la  legislación internacional incluye la autorización para interferir en los  asuntos internos del otro país", ha declarado su ministro de  Exteriores, Ali Ajbar Salehi.

Salehi ha recordado que Estados Unidos "ha vetado la aprobación de más de sesenta propuestas de resolución (en el Consejo de Seguridad) contra el régimen sionista  (Israel)", lo que para él demuestra que Washington utiliza la ONU como  instrumento y que en ese foro "apoya los intereses de ciertos países".