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Elizabeth Taylor, la última estrella de Hollywood

  • Ganó dos Oscar a la mejor actriz, en 1960 y 1966
  • Fue la primera estrella de Hollywood en ganar un millón de dólares

Ver también: Especial Elizabeth Taylor

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Elizabeth Taylor recibió el sobrenombre de la última estrella del Hollywood dorado no por casualidad, sino por ser una de las mejores actrices de la historia, prácticamente nacida en el cine, y que vivió una vida de película en la que alternaba interpretaciones inolvidables con matrimonios igual de sonados.

Su madre siempre quiso que fuera una estrella y, desde muy pequeña la llevaba a numerosos castings.

Irrumpió en el cine, con sólo once años, en dos películas inolvidables, Alma rebelde (Robert Stevenson, 1943), la adaptación de la famosa novela de Charlotte Bronte, en la que interpretaba a una niña llena de vitalidad que tenía un final trágico.

Un pequeño pero inolvidable papel por el que ni siquiera estaba acreditada en los rótulos.

Pero fue la otra película, La cadena invisible (1943), la que empezó a hacerla popular. Se trata de la primera aparición de Lassie en la pantalla, arropada por Elizabeth Taylor Roddy McDowall, dos grandes estrellas infantiles.

Aunque su salto a la fama fue con otra película infantil coprotagonizada por Mickey Rooney y otro animal, en este caso un caballo de carreras, el de Fuego de juventud (1944), una película que ganó dos Oscar y la convirtió en una estrella.

Después rodó una secuela de Lassie y varias películas menores hasta que volvió a triunfar con dos películas muy distintas, la primera Mujercitas (1949), ya con 17 años. Con apenas 18 se casó por primera vez con Conrad Nicholas Hilton. En total se casaría 8 veces, el mismo número de maridos que Zsa Zsa Gabor.

Su otro gran éxito fue El padre de la novia (1950), un clásico dirigido por Vicente Minelli y protagonizado por Spencer Tracy, que tendría una continuación, El padre es abuelo, con el mismo equipo artístico.

Desde entonces se convirtió en una de las mayores estrellas de Hollywood participando en títulos tan taquilleros como Un lugar en el sol (1951), Ivanhoe (1952) enamorando a su hermano, el también actor  Robert TaylorLa senda de los elefantes (1954), La última vez que ví París (1954) o Gigante (1956), uno de sus mayores éxitos y una película tristemente famosa por ser el último trabajo de James Dean.

Su primera nominación al Oscar fue por la película El árbol de la vida, en 1957.

Y estuvo nominada los siguientes tres años por La gata sobre el tejado de Cinc (1958), De repente el último verano (1959) hasta que en 1960 se lo concedieron, por Una mujer marcada. Tiene por tanto el récord de cuatro nominaciones en años consecutivos, como el actor Marlon Brando.

Entonces se convirtió en la actriz mejor pagada de Hollywood y cobró un millón de dólares por la que está considerada la película más cara de la historia, Cleopatra (1963), dirigida por Joseph L. Mankiewicz.

Aunque lo más importante fue que, durante el rodaje conoció al gran amor de su vida,  Richard Burton, con el que viviría uno de los amores más apasionados y comentados de hollywood y con el que se casaría en dos ocasiones. Y que le regalaba fabulosos diamantes, la joya favorita de la actriz.

Asentada en su trono de la Reina de Hollywood, durante la década de los sesenta viviría su máximo explendor recibiendo, en 1966, su segundo Oscar a la mejor actriz por ¿Quién teme a virginia Woolf?, en la que escenificaba un tormentoso matrimonio junto a su entonces esposo, Richard Burton, que las mentes mal pensadas aseguraban que sólo era una traslación al cine de su agitada vida conyugal. Se divorciaron en 1974 y volvieron a casarse en 1975.

La mujer indomable y Reflejos en un ojo dorado, ambas de 1967, fueron dos de sus últimas grandes películas. Durante los 70 su carrera cayó en picado y la actriz fue alejándose paulatinamente del cine para dedicarse a causas sociales, como la lucha contra el Sida. En 1992, recogío el Premio Príncipe de Asturias representando a la Fundación ANFAR, de la que fue fundadora y presidenta.

También se convirtió en una gran amiga de Michael Jackson, hasta el punto de que fue ella quien lo llamó, por primera vez,  "El Rey del pop", durante una entrega de premios. Michael escribió una canción para el cumpleños de la actriz, titulada Elizabeth I love You.

En los años 90 prestó voz a Maggie Simpson en algunos episodios de Los Simpson, además de interpretarse a sí misma en dos capítulos de la serie. Su última aparición en el cine sería en Los picapiedra (1994) interpretando a la madre de Pedro Picapiedra.

Los graves problemas de salud, que la acompañaron durante los últimos años, no le impidieron seguir participando en causas benéficas hasta el último momento. Falleció el miércoles 23 de marzo de 2011 en el hospital Cedars-Sinai Medical Center, donde era tratada por síntomas de insuficiencia cardíaca congestiva.

Con ella desaparece la época dorada de Hollywood.