Enlaces accesibilidad

El Plastiki llega a puerto tras 125 días de viaje

  • El barco que flota gracias a más de 12.000 botellas concluye su periplo
  • Su misión, denunciar la contaminación marina

Por
El Plastiki a su llegada al puerto de Sidney (Australia)
El Plastiki a su llegada al puerto de Sidney (Australia)

El Plastiki, un singular barco construido con 12.500 botellas de plástico vacías, ha llegado hoy lunes a su destino final en el puerto de Sídney tras más de 125 días de viaje desde EE.UU. para denunciar la contaminación de los océanos.

El catamarán de 20 metros de eslora partió de San Francisco el 21 de marzo. Flota gracias a las botellas situadas en la parte baja del barco, dentro de una estructura diseñada especialmente para la ocasión y que está fabricada de plástico reciclable.

David de Rothchild, el más joven de la dinastía de banqueros, millonario y aventurero británico de 31 años, ha liderado la expedición con un equipo de otras cinco personas que fue escoltada a su llegada a puerto por una enorme flotilla de pequeñas embarcaciones.

"Ha sido muy impresionante, estamos muy emocionados", dijo al llegar Rothchild que durante la travesía difundió su intención de alertar sobre la necesidad de proteger el medio ambiente a través de internet y conferencias vía satélite.

Para este proyecto se desarrolló un nuevo material llamado Seretex hecho de mono-polímero reforzado totalmente reciclable, mientras que los restos de las botellas se unieron con una cola orgánica hecha a base de anacardos y caña de azúcar.

Rothchild cree que estas nuevas sustancias no sólo tienen aplicación en el mundo real sino que demuestran que el plástico puede tener una vida después de ser consumidos por vez primera.

El plástico no es barato, es tóxico y utiliza muchos recursos

"Nos han dicho que el plástico es barato, que no tiene valor, que no es tóxico, que es fácil de usar, que lo podemos tirar porque podemos hacer más. Pero la realidad es que no es barato, es tóxico, tiene valor y utiliza muchos recursos", dijo.

Rothchild propuso cambiar el tipo de plástico que se produce, para crear objetos con una única substancia en lugar de mezclarlas, de forma que su reciclaje sea más fácil.

El Plastiki quedará amarrado en frente del Museo Marítimo de Sydney durante un mes y medio, tiempo que este multimillonario con formación en medicina natural utilizará para dar conferencias sobre su experiencia en escuelas y universidades australianas.