Tensión en Roma por una manifestación de los afectados del terremoto de L'Aquila

• Las fuerzas del orden han impedido la manifestación
• Los ciudadanos piden que se congelen las hipotécas e impuestos

Los afectados por el terremoto que sacudió L'Aquila en 2009 han ido a Roma a manifestarse y llevarle al Gobierno sus quejas.

"S.O.S L'Aquila". Bajo ese slogan se han intentado manifestar varios miles de ciudadanos en el centro de Roma. Pretendían ir de los foros imperiales al Palamento en una acción de protesta contra la situación en la que se encuentra buena parte de los afectados por el terremoto del año pasado.

No ha podido ser porque las fuerzas del orden han impedido a golpes el discurrir de la manifestación que, según algunas fuentes oficiales, no estaba autorizada. Tras esto han bloqueado el centro de la ciudad para crear confusión.

A más de 30 grados se han vivido momentos de tensión que se han saldado con el balance provisional de dos manifestantes heridos de manera leve.

Los ciudadanos de L'Aquila quieren hacerse oír por el gobierno. Piden la congelación de las hipotecas y de los impuestos, además de inversión para recuperar la economía de la ciudad.

Uno de los manifestantes confiesa que él vive en Parma, su madre en alquiler en Pescara y su hermana en alquiler en Roma. Su familia se ha desintegrado, así como sus amigos. No hay nada. El proyecto casa, dice, ha desmembrado la ciudad.

A partir de septiembre, se empezó a plasmar el proyecto casa de Berlusconi que consiste en entregar una nueva vivienda a los damnificados. Se han construido a las afueras de los núcleos urbanos ya que en ellos quedan aún múltiples cascotes que hacen presente el terremoto y todas las carencias posteriores.

Los manifestantes han llegado a Roma procedentes de L'Aquila y pueblos vecinos.

Los manifestantes querían llegar hasta el parlamento. En la cámara este miércoles se debate una ley referente a la juventud.

Como si el sofocante calor se convirtiera en fuente de enajenación, la sesión ha tenido que ser suspendida después de que algunos diputados se insultaran, se llamaran cosas como "pedazo de mierda" y se zarandearan, teniendo que intervenir el personal de la cámara para separa a sus señorías afectadas de un desmedido ataque de cólera.