Enlaces accesibilidad

Obama presiona a BP por las compensaciones en su primer discurso desde el Despacho Oval

  • Le exigirá crear un fondo en efectivo gestionado independientemente
  • Cree que BP bombeará el 90% del vertido en las próximas semanas
  • El presidente de EE.UU. quiere acabar con la "adicción al petróleo" de su país
  • Reformará la agencia de Minas para acabar con la corrupción

Por
Obama habla del vertido desde el Despacho Oval

Obama ha utilizado su primer discurso desde el Despacho Oval, el escenario que eligen los presidentes de EE.UU en los momentos de crisis, para perfilar su plan contra el vertido de petróleo en cuatro frentes.

Presionará a BP a cuenta de las compensaciones a los afectados, reitera que el Gobierno hará todo lo necesario para limpiar y recuperar la costa del Golfo de México, reformará el regulador del sector y apremia a los norteamericanos a que acaben con su adicción al petróleo y apuesten por las energías verdes.

Fondo de plica para los afectados

El Presidente ha anunciado a sus ciudadanos que exigirá este miércoles al presidente de BP que cree un fondo de plica, una cuenta en efectivo gestionada independientemente, para pagar las compensaciones a los afectados.

"Deberá apartar los recursos necesarios para compensar a los trabajadores y los empresarios que han sido dañados por la insensatez de la compañía. Y este fondo no será controlado por BP. "Será administrado por un tercero para asegurar que se pagan justa y puntualmente las reclamaciones legítimas", ha detallado Obama.

"No os equivoquéis, lucharemos contra este vertido con todo lo que tenemos y durante el tiempo que sea necesario", ha dicho Obama en tono solemne, "haremos que BP pague el daño que ha causado. Y haremos lo que sea necesario para ayudar a que la costa del Golfo y sus habitantes se recuperen de esta tragedia".

Optimismo cauto y reformas

A pesar de los intentos fallidos, a pesar del fracaso monumental en las estimaciones del vertido -se ha pasado de 5.000 a 60.000 barriles diarios-, Obama ha dado por bueno el objetivo de BP de hace dos semanas para controlarlo: cree que "en los próximos días y semanas, estos esfuerzos deberían recoger el 90% del petróleo que vierte el pozo".

No obstante, admite que será temporal. Habrá que esperar hasta el próximo mes de agosto para que entre en funcionamiento otra perforación, absorba el vertido de la primera y permita taponarlo definitivamente. Y en todo caso, ha comparado la catástrofe con "una epidemia a la que estaremos combatiendo durante meses y años".

Por eso, Obama ha nombrado al secretario de la Armada, Ray Mabus, para que elabore un plan a largo plazo para recuperar la riqueza y la "belleza única" de la región. Y por eso, Obama ha nombrado a Michael Bromvich para que reforme la agencia de Minas y acabe con la corrupción que permitió a las petroleras "dirigir las inspecciones y redactar las normas".

Momento Carter para curar la "adicción"

La elección del Despacho Oval subraya la gravedad de la situación para la administración Obama. Sigue la estela de otros presidentes ante las guerras, los atentados terroristas o las crisis económicas. Pero guarda un paralelismo más estrecho con el discurso que hizo Jimmy Carter el 15 de julio de 1979.

En plena crisis del petróleo, Carter abogó por la independencia energética para acabar con la adicción al petróleo que sufría su país. No funcionó. Y sigue sin hacerlo. Obama ha recordado que EE.UU. importa más del 20% de la producción mundial de crudo y sólo tiene el 2% de los yacimientos.

De ahí que trate de convertir la tragedia del vertido en una oportunidad para cambiar el modelo energético. "Ahora, no admitiré la inacción como alternativa". Apela al Congreso para que apruebe una amplia reforma legislativa que ponga precio a las emisiones de CO2 e incentive las energías limpias y las centrales nucleares. Los republicanos no están por la labor y exigen a Obama que se centre en limpiar el vertido.