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La oposición se manifestará por el aniversario del asalto a la Universidad de Teherán

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La oposición iraní ha convocado una nueva marcha para el próximo jueves, que coincide con el décimo aniversario de la violenta represión de las protestas en el campus de la Universidad de Teherán.

En un comunicado que circula por internet, se proponen nueve rutas que desembocan en la plaza de Enquelab -cercana a la Universidad de Teherán- para evitar la acción de las fuerzas de seguridad.

Vamos a derribar el cielo

Bajo el lema "Vamos a derribar el cielo (con nuestros gritos)", el comunicado aparece acompañado de una simbólica imagen en la que se ve una mano alzada con el signo de la victoria y dos manos unidas en forma de triángulo.

Ambas forman en persa el número 18 con la palabra Tir escrita debajo, fecha del calendario iraní del asalto policial a la residencia universitaria.

La madrugada de ese día, que coincide con el 9 de julio, grupos de policías y voluntarios islámicos "Basij" asaltaron a sangre y fuego una de las residencias universitarias.

Desde hacía cinco días, los estudiantes protestaban contra el cierre del diario reformista "Salaam" y contra una ley aprobada por el Parlamento que limitaba la libertad de expresión.

La movilización, que propició un nueva corriente de protesta estudiantil, sorprendió al régimen y supuso el primer borrón de la presidencia del reformista Mohamad Jatamí, quien dos años antes había ganado las elecciones gracias a los estudiantes, a los jóvenes y a la mujeres a los que había prometido más libertad.

El 'Tiannanmen iraní'

La brutalidad de las fuerzas de seguridad, y en especial de los "Basij", obligó a la intervención del líder supremo de la Revolución, ayatolá Ali Jameneí, quien hubo de pedir a los milicianos que se contuvieran.

En los últimos días, muchos han trazado paralelismos entre aquel "Tiananmen iraní", y la oleada de protestas que ha sacudido el país tras la polémica reelección el pasado junio del actual presidente, el ultraconservador Mahmud Ahmadineyad.

Tras conocerse el polémico resultado, denunciado como fraudulento por la oposición, cientos de miles de iraníes se lanzaron a las calles de todo el país para protestar.

Las marchas fueron reprimidas con especial dureza por la Policía y los Basij.

Según cifras oficiales, al menos una veintena de personas han muerto y 1.032 han sido arrestadas en unas manifestaciones que el régimen considera ilegales y de las que ha acusado a los países occidentales.