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El Papa, en Palestina: "Los muros pueden ser derribados"

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Benedicto XVI defiende el derecho de los palestinos a tener una patria soberana

"Los muros pueden ser derribados".  Con estas palabras el Papa Benedicto XVI ha expresao su rechazo a la sepración levantada por Israel en Cisjordania durante una emotiva visita a la ciudad de Belén, donde según la Biblia nació Jesucristo.

"El muro se ha entrometido en vuestro territorio, separando vecinos y dividiendo familias. Aunque los muros pueden construirse facilmente, sabemos que no permanecen para siempre. Pueden ser derribados", ha proclamado ante el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abás.

"Es del todo necesario quitar los muros construidos alrededor de nuestros corazones, las barreras erigidas contra nuestros vecinos", ha añadido el pontífice, que ha reafirmado su apuesta "por la paz y la reconciliación en estos territorios angustiados".

Por este motivo, ha anunciado que conitnuará apurando todas las oportunidades "para animar a los que están implicados en las negociaciones de paz para trabajar por una solución justa que respete las aspiraciones legítimas de israelíes y palestinos" ha subrayado Benedicto XVI.

"Mi deseo sincero para vosotros, el pueblo palestino, es que llegue el día en que podáis disfrutar de la paz, la libertad y la estabilidad de la que habéis sido privados durante largo tiempo", ha recalcado tras finalizar un día "memorable" en el que se ha dirigido a una gran multitud en Belén y ha visitado un campo de refugiados.

Campo de refugiados

Precisamente en este campo, a dos kilómetros de la ciudad cisjordana de Belén, en el que viven unas 5.000 personas y que se encuentra a apenas 15 metros del muro de seguridad levantado por Israel. había mostrado por primera vez sus palabras de rechazo al muro. 

En un mundo en el que las fronteras están siempre más abiertas, al comercio, a los viajes, a la movilidad de las personas, a los intercambios culturales, es trágico ver que aún se siguen levantando muros", ha dicho el Pontífice.

"¡Cuánto deseamos ver los frutos de la difícil tarea de edificar la paz, cuánto rezamos de manera ardiente para que acaben las hostilidades que han llevado a la construcción de este muro", ha afirmado el Papa.

 En presencia del presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbas, Benedicto XVI ha añadido que el muro es una de las causas del punto muerto "en el que parece encontrarse los contactos entre israelíes y palestinos".

Apoya un Estado palestino

La condena se produce después de que Benedicto XVI diera su apoyo a la creación de un Estado palestino. Les dijo a los palestinos que reza por el levantamiento del embargo al que Israel tiene sometida a la Franja de Gaza desde que Hamás ganó las elecciones generales y asumió el  Gobierno. 

"Por favor, estad seguros de mi solidaridad con vosotros en el  inmenso trabajo de reconstruir lo que está por venir, y de mis  oraciones de que el embargo sea pronto levantado", señaló el Pontífice ante una multitud de palestinos en Belén. 

Poco antes, el Papa también defendió en Belén, durante su visita oficial al territorio ocupado de Cisjordania, el "derecho del pueblo palestino" a una "patria soberana" en la tierra de sus "antepasados", apoyando así la creación de un Estado, tal y como sugirió días antes en su viaje a Israel

Recuerdo de la primera guerra árabe-israelí, en 1948

Papa ha subrayado el deseo de paz de los palestinos, que ha dicho que en estos días asume una particular "intensidad" mientras recuerdan "los acontecimientos de mayo de 1948 y los años de un conflicto todavía no resuelto, que siguieron a esos eventos".

El 14 de mayo de 1948, pocas horas antes de que expirara el Mandato Británico sobre Palestina, David Ben Gurión proclamó el Estado de Israel, de acuerdo con lo establecido en plan consagrado en la resolución 181 de la ONU, que fijaba la partición de esa tierra en dos estados, uno árabe y otro judío, iniciativa que fue rechazada de plano por los estados árabes.

A resultas de esa proclamación, estalló la primera guerra árabe-israelí,  en la que Israel derrotó a los ejércitos de cinco países árabes y tuvo como consecuencia lo que los palestinos conocen como la "naqba" (el desastre, en árabe), la salida en masa de la población árabe de Palestina tras la victoria israelí.

Dicha salida dio lugar al problema de los refugiados palestinos, cifrados en la actualidad entre cuatro y seis millones de personas, según las fuentes, y cuyo reconocimiento del derecho al retorno es una de las claves de todo el proceso negociador. 

Un muro más alto que el de Berlín

El Papa ha denunciado que muchas familias están divididas debido "al encarcelamiento de algunos de sus miembros o a las restricciones de movimiento" y que muchas han sufrido pérdidas en el curso de las hostilidades.

Y es que como explica la directora del programa Informe Semanal de TVE, Alicia G. Montano, el muro es un "castigo colectivo a más de dos millones y medio de personas que tienen dificultades diarias para ir a trabajar, acudir a los hospitales o simplemente, cultivar sus tierras".

Montano realizó un reportaje el pasado noviembre sobre el muro de hormigón y malla metálica que construyó Israel.  Mide más de 400 kilómetros y es más alto que el de Berlín. "Se trata de una enorme cicatriz que invade un territorio tan pequeño como La Rioja y que llegará a los 723 kilómetros cuando su construcción finalice". 

El Pontífice ha dicho que su corazón se une al de los palestinos que sufren y ha asegurado que reza por todos los refugiados palestinos en el mundo y especialmente por los que han perdidos sus casas y familiares durante la reciente operación militar israelí sobre Gaza.