Enlaces accesibilidad

Científicos estadounidenses convierten células comunes en productoras de insulina

  • El estudio, hecho con ratones, ayudaría a combatir la diabetes
  • La investigación podría abrir la puerta a la regeneración de la piel o el hígado
  • Los investigadores han conseguido sus resultados sin utilizar células madre
  • Antes de aplicarlo a los humanos, los científicos deben resolver el problema autoinmune

Por

Científicos estadounidenses han conseguido por primera vez convertir células vivas ordinarias en células capaces de producir insulina, un descubrimiento que ayudará a combatir la diabetes y que supone un gran paso hacia la medicina regenerativa.

Para lograr este avance, los investigadores han utilizado tres genes de un virus común y con ellos han conseguido transformar las células exocrinas del páncreas, muy abundantes, en células beta, mucho menos numerosas en el órgano y que son las que realmente producen insulina

Las células beta son las primeras que desaparecen en los pacientes que padecen diabetes del tipo uno conocida como diabetes juvenil, debido a que en el momento en que se detecta la enfermedad, el sistema inmunitario las destruye.

Lo novedoso de esta investigación consiste en que, con esta técnica, probada de momento en ratones y conocida como "reprogramación directa", se han conseguido modificar células vivas, sin necesidad de emplear células madre, condición indispensable en todos los esfuerzos para regenerar tejidos.

El doctor Douglas Melton, que ha dirigido este estudio en el que han participado investigadores de la Harvard Medical School y el Hospital Infantil de Boston, ha indicado que, en teoría, este hallazgo abre la puerta para utilizar esta técnica con otro tipo de células humanas de hígado o de la piel.

La mayor dificultad para el equipo fue encontrar los genes que hacen funcionar a las células beta para que fabriquen la insulina, porque, aunque cada una lleva el código genético completo, sólo ciertos genes están trabajando en el momento de producirla.

De los más de 1.000 genes que estudiaron, finalmente concluyeron que sólo se necesitaban tres: Ngn3, Pdx1, y AFP. Posteriormente, los introdujeron en el organismo del ratón a través de un virus de resfriado común para que llegaran a los jugos gástricos, lugar donde se encuentran las células exocrinas.

Una vez dentro los genes, descubrieron que alrededor del 20% de las células exocrinas se convirtieron en células beta capaces de producir insulina y que se redujo el aumento de los niveles de azúcar en la sangre de los ratones.

Los investigadores creen que el método podría funcionar primero en las personas con diabetes del tipo 2, cuyo cuerpo ya no es capaz de producir insulina. En el caso de la diabetes tipo 1, todavía deben enfrentarse a la respuesta autoinmune del organismo, ya que cualquier célula transformada sería destruida.

  

El equipo ha declarado que, antes de comenzar los experimentos con humanos, desean encontrar la manera de transformar las células sin necesidad de utilizar ningún tipo de virus.