La gran sensación de la gimnasia actual explotó definitivamente en Río 2016. La estadounidense Simone Biles hizo valer su potencia y la dificultad de sus ejercicios para alzarse con cuatro oros (individual, por equipos, salto y suelo) y un bronce.
Bradley Wiggins hizo historia en Río al lograr el oro con el equipo de persecución, lo que le ha coronado como el ciclista y el deportista británico más laureado de la historia olímpica con ocho preseas (cinco oros, una plata y dos bronces).
El gran rey del medio fondo brilló con fuerza en Río de Janeiro. Mo Farah repitió el doblete en 5.000 y 10.000 logrado en Londres y inscribió su nombre en la historia del atletismo.