Katie Ledecky fue la gran estrella de la natación femenina en Río de Janeiro. La estadounidense ganó el oro en 200 y 400 libre, y 4x200 libre, más la plata en 4x100 libre, aunque donde asombró al mundo fue en el 800 libre, donde se proclamó campeona olímpica pulverizando su propio récord mundial (8,04.79).
La gran sensación de la gimnasia actual explotó definitivamente en Río 2016. La estadounidense Simone Biles hizo valer su potencia y la dificultad de sus ejercicios para alzarse con cuatro oros (individual, por equipos, salto y suelo) y un bronce.
Bradley Wiggins hizo historia en Río al lograr el oro con el equipo de persecución, lo que le ha coronado como el ciclista y el deportista británico más laureado de la historia olímpica con ocho preseas (cinco oros, una plata y dos bronces).