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Rose decide un mal partido entre Bulls y Knicks y Chris Paul se exhibe ante los Warriors

  • Rose dio la victoria a los Bulls frente a los Knicks con un tiro a 5,7 segundos
  • Chris Paul, con 42 puntos y 15 asistencias guió a los Clippers ante los Warriors

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Derrick Rose, base de Chicago Bulls con el dorsal 1, entra a canasta ante la defensa del pívot de New York Knicks, Tyson Chandler
Derrick Rose, base de Chicago Bulls con el dorsal 1, entra a canasta ante la defensa del pívot de New York Knicks, Tyson Chandler

Una sóla canasta ha bastado al base de Chicago Bulls, Derrick Rose, para maquillar un partido alejado de su mejor nivel (18 puntos con 16 tiros fallados) contra los New York Knicks y dar la victoria a su equipo por un rácano 82-81.

A falta de 5,7 segundos y en tan sólo su segundo partido oficial después de 17 meses de ausencia, Rose sentenció el partido con una bandeja espectacular. Con su defensor Raymond Felton literalmente encima, y bajo la oscuridad de los infinitos brazos del pívot Tyson Chandler, Rose soltó una bomba que dinamitó el aro rival y el partido.

El dorsal 1 de los Bulls se sobrepuso a las molestias en su cuello, que hicieron dudar de su presencia hasta el último momento, y volvió a ejercer de líder a pesar de un mal partido, con un pobre 7/23 en tiros (cuatro de ellos taponados) y cuatro pérdidas de balón.

Carlos Boozer, con 14 puntos y 7 rebotes, y Joakim Noah, con 6 puntos y 15 rebotes, volvieron a dominar los tableros con la intensidad que caracteriza al equipo de Chicago.

Un partido rácano y controlado por los Bulls

En el estreno de la temporada ante su público, los Bulls llegaban a Chicago tras haber sido derrotados con facilidad por los campeones Miami Heat. Y comenzaron dispuestos a no dejar escapar el partido.

La estrella de los Knicks, Carmelo Anthony, no cuajó tampoco el mejor de sus encuentros, con una pobre selección de tiro (8/24 en tiros de campo), a pesar de que sus números finales quedaron maquillados: 22 puntos, 6 rebotes, 6 asistencias, 6 robos y 2 tapones. Sin el liderazgo habitual de 'Melo' y con la ausencia de JR Smith, los neoyorquinos volvieron a mostrar su imagen más caótica y poco efectiva.

La garra de los Bulls fue suficiente para dominar relativamente el encuentro hasta que a falta de un minuto y medio, Iman Shumpert empató para los Knicks tras robar un balón y anotar los dos tiros libres de una falta que había provocado. Con 80-80 en el marcador, los de Nueva York llegaron a ponerse un punto por delante con otro tiro libre del pívot Tyson Chandler, tras varios ataques fallidos.

A falta de 10 segundos, los Bulls volvieron a poner todas sus esperanzas en D-Rose. Un comienzo de temporada dubitativo empezaba ya a poner en duda la espectacular pretemporada del base, pero el entrenador Tim Thibodeau diseñó la jugada de su redención.

Rose recibió el balón de manos de Jimmy Butler, buscó la penetración yéndose contra dos rivales y, cuando parecía que había vuelto a equivocarse en su selección de tiro, el balón pasó por encima de cuatro brazos rivales y entró en la red provocando la alegría en el United Center de Chicago.

A punto estuvo Carmelo primero, y Chandler con el palmeo, de aguar la fiesta de regreso de bienvenida a Derrick Rose. Pero el baloncesto quiso reservar a D-Rose la alegría que le había quitado a lo largo de 17 pesados meses de lesión.

Duelo de bases y festival anotador

Y no es casualidad, dado que se enfrentaban en Los Ángeles dos de los ataques más alegres de la liga y dos de los bases más anotadores. Los Clippers de Chris Paul, que dio una auténtica exhibición de baloncesto, se impusieron por 126-115 a los Warriors del francotirador Stephen Curry.

Con la impresionante estadística de 42 puntos, 15 asistencias y 6 robos, Paul decantó el partido para los locales, por encima del joven Curry que no se quedó atrás, anotando 39 puntos (con nueve triples) y repartiendo 9 asistencias, aunque, eso sí, llegó a perder la exagerada cifra de 11 balones.

Con los números de esta noche, Chris Paul se convierte en el segundo jugador en activo que supera los 40 puntos y 15 asistencias en un partido, junto a LeBron James.

El partido rondó el 50% de acierto en los lanzamientos de ambos equipos, muy por encima del escaso 38% del otro partido de la jornada.

El espectáculo por encima de los aros lo protagonizó, una vez más, el atlético Blake Griffin, que en un momento del tercer cuarto llegó a culminar tres jugadas consecutivas con tres alley-oops, a cuál más contundente y espectacular.