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River Plate 1-1 Belgrano

River Plate se sume en una tristeza histórica al descender a Segunda

  • El mítico equipo argentino pierde la máxima categoría al empatar ante Belgrano
  • El partido concluyó antes de tiempo por incidentes de los aficionados locales
  • Pavone marcó el gol local pero falló un penalti en un choque dramático

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River Plate, al infierno del descenso

El equipo del River Plate ha descendido de la Primera división del fútbol argentino, al empatar 1-1 contra el Belgrano de Córdoba, en el partido decisivo de la promoción. El histórico club bonaerense no ha sabido remontar la eliminatoria y no ha podido evitar el mayor descalabro en sus 110 años de existencia. El encuentro ha concluido a falta de unos segundos para el final, a casusa de los incidentes de los decepcionados aficionados locales.

El peso de la historia

Es algo así como si el Barcelona, el Real Madrid o el Athletic Club de Bilbao descendieran. River Plate, un equipo que tiene 33 títulos nacionales, que ha ganado dos veces la Copa Libertadores y una vez la Intercontinental, el club más laureado de Argentina ha culminado la peor de sus temporadas y vivrá el infierno de la división inferior.

Fue el club de Di Stéfano, pero por entonces era un club tan poderoso que lo cedieron al Huracán un par de temporadas, hasta que "La saeta Rubia" volvió para triunfar.

Por el River han pasado todas las glorias del fútbol argentino: Labruna, Pedernera, Sívori, Francéscoli, Passarella - hoy su presidente-, Aimar, Saviola, Mascherano o Higuaín y ahora ha descendido.

Tras una temporada horrible, River Plate llegó a la promoción ante el Belgrano de Córdoba y perdió 2-0 en el primer partido. Sus aficionados no lo perdonaron y amenazaron a los jugadores del equipo franjirrojo, por tirar por la borda la historia de la entidad.

Por ello, el entrenador, J.J. López, hizo hasta seis cambios con respecto al equipo del encuentro de ida. Pero el equipo fue víctima del peso de su historia y no superó la ansiedad de tener que remontar ante el Belgrano.

Pasión y agonía del fútbol

El Monumental Antonio Vespuci pareció un Colíseo romano, donde con el triunfo o la derrota los gladiadores se jugaran la vida. Por eso tardó poco el equipo local en poner el partido a su favor, cuando a los cinco minutos Mariano Pavone logró el primer gol del River Plate con un preciso derechazo.

El histórico argentino estuvo arropado por su público que, si bien presionó a sus jugadores de forma terrible en los días previos al compromiso, se volcó con su equipo de forma espectacular cuando empezó el partido.

Un choque que tuvo todos los ingredientes propios de la pasión y agonía del fútbol. No faltó tampoco la polémica, ya que el árbitro anuló un gol a Belgrano por fuera de juego, un minuto antes de que marcara River.

Belgrano sufrió la asfixiante presión del rival. Ambos ofrecieron las mejores virtudes virtudes del fútbol argentino, pero también algunos de sus defectos. Claro que la tensión e importancia del partido justificaron el que, por momentos, los jugadores se emplearan sin contemplaciones a la hora de frenar al contrario.

De la alegría al drama

River Plate jugó mejor que Belgrano, pero los de Córdoba supieron mantener la cabeza fría. Los franjirrojos, en su mejor partido de la temporada, embotellaron al rival y sus llegadas fueron constantes, hasta el punto de que el meta Olave fue el mejor de los cordobeses, con una actuación memorable.

Pero Caruso, Pavone y Juan Manuel Díaz no atinaron en ocasiones claras y al descanso se llegó con un insuficiente 1-0 para River, en lo que era también un resultado angustioso para las aspiraciones de ascenso de Belgrano.

Volcado como estaba River, "el Picante" Pereyra tuvo el gol de la sentencia de Belgrano cuando lanzó alto un contragolpe, solo ante Carrizo, a los 48 minutos.

Fue el primer aviso, ya que en otro contragolpe, Guillermo Farré marcó el empate para Belgrano, al aprovechar a los 61 minutos un rebote tras una acción estúpida entre los dos centrales del River, que no atinaron a despejar un balón bombeado.

De la alegría se pasó al drama y viceversa, según el resultado sonrió a unos u otros. Cinco minutos después Tavio derribó a Caruso y Olave le paró el penalti al exbético Pavone.

Con 25 minutos para el milagro, el River se lanzó a la desesperada. Ya no había lugar para tácticas ni técnicas. Solo coraje y pundonor por ambas partes. Los nervios atenzaron a los jugadores del River según corrieron los minutos y así se consumó al drama del histórico club bonaerense.

Los incidentes, el llanto y la tremenda decepción comenzaron ya en el mismo graderío y el árbitro suspendió el encuentro cuando quedaban unos segundos para el final. La gloria para el Belgrano de Córdoba, que no pudo celebrarlo sobre el césped.