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Ballesteros, 2 años y 7 meses luchando contra un tumor cerebral

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Ballesteros afirmaba en 2009 que "no quiere que la gente sienta pena por él".
Ballesteros afirmaba en 2009 que "no quiere que la gente sienta pena por él".

El 6 de octubre de 2008 Severiano Ballesteros (Pedreña, 1957) se desvaneció en el aeropuerto de Madrid Barajas. Tras algunas convulsiones y recuperada la consciencia, Severiano llamó al teléfono móvil de su sobrino, Iván, para que pudiera recogerle tras lo sucedido.

"¡Señora, tranquilícese, que no me pasa nada!", le espetó Ballesteros a una mujer ya madura que se interesó por el estado físico del entonces ya exgolfista.

En aquel revuelo, tras el amontonamiento de curiosos alrededor de Severiano, al golfista nacido en Pedreña hace 54 años le brotó su fuerte carácter, con la misma energía y determinación con la que afrontaría al poco tiempo su grave enfermedad, aún oculta.

Iván condujo a Seve hacia el centro de Madrid. Al genial golfista de Pedreña, que adora la carne, se le antojó que ambos podían almorzar en un restaurante especializado en vacuno argentino.

Lo que en Barajas pareció un simple mareo,se reprodujo con virulencia en el restaurante. Por fortuna, enfrente del restaurante se alza el Hospital de La Paz, en donde fue ingresado de urgencia el genial golfista de Pedreña.

Desde su ingreso clínico, la vida del mejor golfista español de todos los tiempos, campeón de cinco torneos de 'Grand Slam' (tres Open Británicos y dos Masters) y uno de los "Grandes" en la historia de este longevo deporte, pendió de un hilo muy fino.

El diagnóstico fue muy claro tras la batería de pruebas neurológicas: Seve tenía alojado en el cerebro dos tumores del tamaño de dos pelotas de golf, que enseguida se revelarían como malignos.

Ballesteros permaneció 72 días ingresado en el Hospital de La Paz. Fue intervenido en cuatro ocasiones, a vida o muerte, atendido por los doctores Isla y Pérez Álvarez, "dos campeones del bisturí", apostillaría después y en una de sus primeras comparecencias públicas el exgolfista.

Desde entonces, hasta el agravamiento de su salud del que ha informado su familia, la vida de Ballesteros ha transcurrido entre sesiones de quimioterapia, radioterapia, recuperación y ejercicios de reeducación, en plena lucha por la vida y volcado en la Fundación que lleva su nombre, nacida para ayudar a la lucha contra los tumores cerebrales.

El Rey felicitó el 3 de junio de 2009, en el Día de las Fuerzas Armadas celebrado en Santander, a Severiano Ballesteros por su recuperación. "Eres un ejemplo, Severiano", le dijo el Rey de España tras la jura del bandera del deportista. Solamente habían transcurrido 8 meses desde que fuera operado en Madrid.

Dieciséis días después de aquel encuentro, 'Seve' regresó a la capital de España para presentar la "Fundación Severiano Ballesteros", cuyo objetivo principal iba a ser, entre otros, la colaboración en investigaciones contra el cáncer.