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Laporta acusa a Rosell de "temeridad" por interferir en los fichajes

  • Joan Laporta no oculta su animadversión con el candidato favorito a sucederle
  • "Hablan de contratar jugadores, y no veo a nadie que haya ganado algo"
  • "Sea cual sea el presidente, no será una corriente crítica", afirma el mandatario

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Joan Laporta dejará de ser presidente del Barcelona el 13 de junio.
Joan Laporta dejará de ser presidente del Barcelona el 13 de junio.

El presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, ha acusado al precandidado Sandro Rosell, vicepresidente deportivo entre 2003 y 2005, de ser un temerario por intentar interferir en alguno de los fichajes que está tratando la entidad, concretamente el del catalán Cesc Fàbregas, capitán del Arsenal.

"Están hablando ya de contratar jugadores", ha dicho molesto Joan Laporta refiriéndose a la precandidatura de Rosell, quien aspira a la presidencia del Barcelona en las elecciones del próximo 13 de junio.

"Me parece una temeridad. Se piensan que saben de esto y he mirado la lista de la precandidatura y no veo ninguno que haya ganado una Champions, una Copa del Mundo de Clubes o algo importante. Me genera cierta cautela", ha añadido.

En una entrevista concedida a Efe, el aún presidente del Barça se ha detenido en la aparición en escena de Sandro Rosell, el precandidato con más intención de voto y más popular, ampliamente por encima de la corriente oficial que lidera Jaume Ferrer.

De hecho, según una encuesta publicada por El Periódico de Catalunya, más de la mitad de los socios del FC Barcelona votaría, a día de hoy, a Sandro Rosell como nuevo presidente de la entidad, que ganaría las elecciones del próximo 13 de junio con el 54,8 por ciento de los votos, frente a Marc Ingla (12,4%) y el actual vicepresidente del club, Jaume Ferrer (9,9%).

Rosell despierta suspicacias

Precisamente, la inclusión de Rosell en el tablero electoral y algunos de sus primeros pronunciamientos han generado algunas críticas no sólo por parte de Laporta, sino también en la mayoría de aspirantes, que ven en el ex vicepresidente deportivo la principal amenaza de sus objetivos de asaltar la presidencia.

A Laporta no le ha complacido para nada que Rosell haya flirteado con la idea de contar con el actual secretario técnico, Txiki Begiristain, o la supuesta aceptación de que Johan Cruyff continúe como presidente de honor del Barça.

"Me hace mucha gracia cuando dice que seguirá contando con Txiki. Sé que no lo hará. Le pediría (a Rosell) que fuese más sincero, ya que con Txiki difícilmente llegó a entenderse. Porque era muy intervencionista", ha subrayado.

Laporta no oculta su animadversión

No se ha cansado Laporta de cuestionar la valía de Rosell en la escena política al dudar de su capacidad, según considera él por su papel en la junta directiva desde los años 2003 al 2005.

"Sandro Rosell es el candidato que más puede poder en riesgo el modelo deportivo del Barça. De una manera absoluta, por su perfil. Y, ojo, que no se entienda como una crítica personal. Tiene un punto de resentimiento desde hace muchos años. Quizá está dolido porque cuando marchó del club pronosticó la apocalipsis y desde que se ha ido no hemos parado de ganar", ha recordado.

"Lo pone en riesgo porque la manera que tiene de ser hace que sea muy intervencionista", ha añadido Laporta, quien a la pregunta de por qué se tensionaba tanto con la aparición de Rosell en escena, ha respondido que el ex directivo no le tensiona "para nada".

Ha lamentado no estar en la parrilla de salida de estas elecciones, aunque ha dicho que tiene razones convincentes para reclamar el voto para el continuismo que lidera Jaume Ferrer.

"Son unas elecciones para vivirlas como candidato si tienes la suerte de defender el modelo que hemos construido. Desde este punto de vista a mí sí que me hubiese gustado estar en campaña y presentarme. Hay muchos argumentos para convencer al socio que este modelo es el que vale", ha subrayado.

"No seré una corriente crítica"

Ante la crítica que ha recibido por parte de algunos precandidatos por su excesivo intervencionismo, Laporta se ha defendido con el siguiente razonamiento: "No quiero tener la sensación de que no he respetado a los candidatos como los debería de haber respetado desde mi posición como presidente. No me verán enfrentado a ninguno de los candidatos, más allá de que no dejaré de dar mi opinión respeto de lo que creo que conviene para el Barça".

 "No seré una corriente crítica. Creo que ser ex presidente de una entidad como el Barça es una responsabilidad, y si una cosa tengo clara es que, cuando exprese mi opinión públicamente, será para ayudar",

Cuando abandone la entidad el 30 de junio, ha asegurado que respetará al futuro presidente, después de reconocer que va a necesitar el apoyo de toda la familia azulgrana, ya que entiende que es "muy difícil ser presidente del Barça".

Finalmente, Laporta ha asegurado que la línea de actuación no será la del ex presidente Josep Lluís Núñez, quien durante los últimos diez años ha estado apartado de la actualidad barcelonista, porque considera que el ex mandatario "nunca ha participado en un acto institucional. El rencor puede durar un tiempo pero cuando se instala en una persona no es bueno ni para la propia persona".