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La pandemia ha hecho tambalearse el mercado del alquiler, que se mueve en los extremos. Fuertes subidas por la necesidad de ingresos. Y bajadas, sobre todo en las grandes ciudades, por la huida a la periferia y la entrada del antiguo alojamiento turístico. En el Telediario hemos escuchado algunas de esas historias y consultado a expertos.

La bajada de precios se nota sobre todo en el centro de grandes ciudades: una bajada interanual del 4,9 % en Barcelona y del 2,6% en Madrid. Con esa situación, las asociaciones de propietarios se oponen a la regulación de precios anunciada por el Gobierno. No obstante, las actuales bajadas de precios están lejos de enmendar la subida de más del 50% de los últimos años.

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La compraventa de viviendas enlaza siete meses de caídas, pero en septiembre anota su menor descenso. Se vendieron algo mas de 37.800 viviendas, que es el uno por ciento menos que hace un año. Durante los meses del confinamiento, el descenso mas acusado se produjo en mayo, con un 53 por ciento.

Mes y medio después de la entrada en vigor de la norma para contener los precios del alquiler en en 60 ciudades catalanas, y tras el anuncio del Gobierno central, que confirma que baraja una medida semejante en la que será la futura Ley de ViviendaLas mañanas de RNE habla con Jaime Palomera, portavoz del Sindicato de Inquilinos. A pesar de ser pronto para que se pueda valorar cómo ha afectado al mercado al medida, Palomares ha confirmado que ya están "negociando a la baja" algunos contratos en ciudades como Barcelona, una de las más afectadas por la llamada burbuja del alquiler. El portavoz del Sindicato de Inquilinos también ha defendido que es una medida que ya se aplica con éxito en varios países europeos, como Alemania, Austria o Dinamarca, auqnue ha reconocido que "las regulaciones no son ni el apocalipsis ni la panacea".

Siete de cada diez inmobiliarias discriminan a los inmigrantes no comunitarios que quieren alquilar una vivienda. Es la conclusión a la que ha llegado la ONG Provivienda después de hacer dos mil llamadas a inmobiliarias de distintas ciudades. Denuncia las dificultades que tienen estas personas para acceder a un piso. El setenta por ciento de las agencias admiten discriminación. Estas entidades aceptan las condiciones racistas por parte de los dueños, al rechazar y poner condiciones más estrictas a los futuros inquilinos por sus rasgos facilaes, su acento o sus condiciones socioeconómicas adscritas a los inmigrantes. Desde la ONG piden una ley estatal de igualdad de trato y no discriminación que garantice el derecho a la vivienda de estas personas. Al mismo tiempo que solicitan medidas que fomenten la sensibilización y formacion de las agencias inmobiliarias así como un código de buenas prácticas.

La crisis del coronavirus está obligando a cambiar las políticas de vivienda en nuestro país. Nos fijamos en qué situación se encuentra la llamada vivienda social. Si miramos a la Unión Europea: Países Bajos, Austria y Dinamarca se encuentran en el top del ránking con alrededor de diez viviendas sociales por cada cien habitantes. La media en Europa se acerca al 4%. En cuanto a España, estamos a la cola, con menos de una vivienda social por cada cien españoles.

En España hay más de 33.000 personas sin hogar. La Comisión de Derechos Sociales y Políticas Integrales de la Discapacidad del Congreso de los Diputados ha aprobado una Proposición No de Ley por la que insta al Gobierno a diseñar una nueva estrategia para erradicar el ‘sinhogarismo’.

José Manuel Caballol, director de Hogar Si, ha celebrado la iniciativa y que todos los políticos se hayan puesto de acuerdo. “Venimos trabajando con el Gobierno en la nueva estrategia de ‘sinhogarismo’, en coordinación con los servicios sociales y de vivienda desde hace tiempo”, asegura. “No puede ser que en un país en el que hay 3 millones de viviendas vacías haya 33.000 personas sin hogar”, y añade que es cuestión de voluntad política.

Hogar Si propone estrategias basadas en soluciones que no sean albergues, sino viviendas normalizadas en entornos comunitarios. “El Housing First es una metodología que ofrece primero una vivienda a las personas que están en la calle y todo el apoyo que necesitan.” Cuenta Caballol que el método ha demostrado efectividad en Europa, EE.UU. y Canadá.

La crisis de la COVID19 ha sido dura para las personas que están en la calle. “Si las calles se vacían, los negocios se cierran, y la consigna es quédate en casa y no tienes casa…”. Pero hay buenas noticias. “Las administraciones en términos generales han reaccionado bastante bien creando 7500 plazas extra en mes y medio.” Esto demuestra que el problema tiene solución a corto plazo, pero esas plazas se han cerrado al terminar el confinamiento.

Los vecinos de la urbanización Eurovillas, en Madrid, se han organizado para tapiar puertas y ventanas de casas vacías que han sido o pueden ser okupadas. Han contado 50 viviendas con inquilinos ilegales, de las casi 4.000 que hay. Prácticamente todas, cuentan, son propiedad de bancos.

También denuncian que los okupas funcionan como mafias y que les piden incluso dinero a cambio de dejar el vecindario. Sin embargo, cada caso de ocupación es distinto. Ruddy, es un joven cubano sin permiso de residencia y se ha visto obligado a ocupar muchas veces sin ocasionar problemas.