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No se consiguió en la crisis de 2008, pero esta vez Bruselas pide que inyecten en la economia todo el dinero publico que consideren necesario. "Esto es nuevo y nunca lo habiamos hecho antes", dice la presidenta de la Comisión Europea Ursula von der Leyen. No se espera, en principio, que ningun Estado le ponga pegas a esta medida.

El vicepresidente del Banco Central Europeo, Luis de Guindos, ha respaldado, en Las Mañanas de RNE con Íñigo Alfonso, el plan presentado por el Gobierno para atajar la crisis del coronavirus y ha pedido a todas las fuerzas políticas que lo refrenden. “Va en la dirección correcta y espero que todo el mundo lo apoye”, ha indicado. De Guindos ha destacado, en especial, el plan de avales de 100.000 millones de euros, “una garantía para todos, que está muy bien visto y muy bien planteado” y ha lamentado que la Unión Europea no haya dado una respuesta conjunta a esta situación. “Haber tenido un instrumento fiscal único para la zona euro hubiera sido fundamental”, ha añadido.

El exministro de Economía cree que el Banco Central Europeo, la institución que él dirige junto a Christine Lagarde, “debe aliviar las tensiones financieras que se puedan producir”, pero es tarea de los gobiernos “actuar mediante políticas fiscales”. “Vamos a vigilar que los mercados funcionan de forma correcta y actuaremos con contundencia en lo que se refiere a la prima de riesgo, porque eso afectaría a nuestro impulsos monetarios”, ha explicado.

De Guindos no se ha mostrado partidario de tocar los tipos de interés, “porque lo fundamental son actuaciones a través de las medidas de liquidez y comprar bonos es más poderoso que tocar los tipos” y ha admitido que los inversores se calmarán cuando la epidemia esté bajo control. “Ahí tenemos el ejemplo de China que está recuperando su actividad económica”. El vicepresidente del BCE cree que esta crisis poco tiene que ver con la que se dio en 2008 puesto que “esta es una crisis sanitaria que va a afectar a la actividad económica, pero que se espera sea temporal”.

Los líderes de la Unión Europea (UE) han respaldado este martes en una cumbre por videoconferencia la propuesta de la Comisión Europea (CE) de cerrar las fronteras exteriores comunitarias durante 30 días, salvo en algunas excepciones, para frenar la expansión del brote de coronavirus.

El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, ha anunciado en una rueda de prensa al término de la reunión que los jefes de Estado y de Gobierno comunitarios se mostraron a favor de la propuesta según la planteó la Comisión Europea y dijo que la próxima semana volverán a verse por videoconferencia para evaluar la crisis causada por el COVID-19.

Unión Europea, Estados Unidos, China pero también Irán, Colombia, Venezuela o República Democrática del Congo,...: son ya más de 150 países los afectados por la crisis del coronavirus. Los gobiernos intentan ofrecer respuestas, tanto para frenar la propagación del virus, como para paliar los efectos económicos de la crisis. Lo analizamos hoy con nuestros corresponsales, y hablamos además con españoles afincados en Nueva York, una ciudad a punto de echar el cierre.

Los jefes de Estado y Gobierno dan el visto bueno a la propuesta de la presidenta de la Comisión Ursula von der Leyen. Se prohibe así la entrada de residentes de paises terceros salvo excepciones, como personal médico o investigadores, durante 30 días. Asimismo, se necesitará una autorizacion previa para exportar material médico fuera de la Unión.

Centramos gran parte de nuestro recorrido por los Cinco Continentes en la pandemia del Covid-19,  y especialmente en las respuestas que intentan darle la Unión Europea y los gobiernos europeos. Hacemos paradas en BruselasBerlínLondres París, donde entrevistamos al periodista y analista político Marcelo Wesfreid. Además, nos interesamos por la situación en Estados Unidos, y en los países que empiezan a salir de la crisis: China Corea del Sur

Con excepción de diplomáticosfamilias y, sobre todo, de personal sanitario para tratar el coronavirus. "Evitaremos presionar todavía más a nuestros servicios sanitarios", ha asegurado la presidenta de la Comisión Europea Úrsula von der Leyen. La propuesta de la Comisión debe ser ratificada por los miembros en los próximos días. Informa la corresponsal en Bruselas, María Carou.

En Austria el Gobierno ha puesto en cuarentena varias zonas del país y han pedido a los turistas que abandonen las estaciones de esquí. En París, las puertas del Louvre continúan cerradas y Francia se prepara para la celebración de unas elecciones este domingo, aunque todo apunta a que reinará la abstención. En Polonia han comenzado las medidas restrictivas por el coronavirus como controles en carreteras o controles fronterizos para otros ciudadanos Europeos. Y en Chequia han cerrado bares y restaurantes durante diez días y ha decretado el cierre de todas las ciudades educativas. En Bélgica, el Gobierno también ha restringido la apertura de bares que ha provocado que muchos jóvenes saliesen a os establecimientos de forma masiva antes de su clausura.

"Estamos en un 'sock' económico grave, pero todavía temporal", advierte la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, que asegura que podría incluso acabar con la economía de la Unión Europea. En tres semanas del coronavirus en Europa, las bolsas han borrado un tercio de su valor y el parón por el estado de emergencia amenaza sobre todo a las pequeñas empresas. Además, las cancelaciones de vuelos y el cierre de comercios afectan directamente al turismo. Y aunque lo primero es saber como frenar el virus, todavía queda la incertidumbre sobre qué va a pasar con el futuro de la economía.

"Un plan de respuestas con medidas fiscales coordinado y ambicioso", es el llamamiento de la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, a los gobiernos de los países de la zona euro con el objetivo de reducir el impacto económico por el coronavirus. El BCE amplía la compra masiva de deuda pública y privada con el ojo puesto en la medida de las empresas. Además, el BCE revisa a la baja tres décimas el crecimiento de la zona euro para este año, hasta el 0,8 % y una décima para el que viene. Para afrontarlo Lagarde pide mucho más a los Gobiernos y las instituciones europeas.