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Turquía ha deportado este jueves a ochos presos europeos del Daesh. Siete de ellos de origen alemán, y uno británico. Con estas repatriaciones, el Gobierno de Erdogan pone en práctica la amenaza que lanzó hace un tiempo: dejará de custodiar en sus cárceles a los yihadistas de nacionalidades extranjeras.

En Beirut, una marea humana ha exigido de nuevo la marcha de los dirigentes en la plaza de Los Mártires. Piden al primer ministro, que ya dimitió la semana pasada, que se vaya definitivamente, y que el presidente coloque al frente del país a un equipo de tecnócratas. Es una concentración, eminentemente festiva. No violenta. Y nos fijamos ahora en el día a día de la comunidad cristiana del norte de Siria, que vuelve a sentirse amenazada ahora por la ofensiva del ejército turco.

Hoy volvemos al Kurdistán sirio, el 21 de septiembre hablábamos de un proyecto y un documental, todo en positivo, el envío de instrumentos musicales a una zona que quedó arrasada por la guerra. Pocos nos imaginábamos que a día de hoy, asistiríamos nuevamente a una guerra en esa zona. El 9 de octubre el gobierno de Turquía atacaba e invadía otra zona de Siria, en un intento de desplazar a los kurdos y también a sus aliados. Una Comunidad internacional que mira para otro lado, ante el acuerdo de Estados Unidos, Rusia y Turquía. Hoy queremos hablar, con cierta dificultad con los de dentro; Rok Brossa español de las Brigadas Internacionales de apoyo al pueblo kurdo, Cristina Sánchez (@paisesconflicto) enviada especial de RNE a la zona y Gani Mirzo (https://www.facebook.com/gani. mirzo)

El Pentágono ha publicado este miércoles las primeras imágenes de la operación militar estadounidense que acabó con la vida del líder del grupo terrorista Estado Islámico (EI), Abu Bakr el Baghdadi, y ha desvelado que lanzó sus restos al mar en el periodo de 24 horas que siguió a su muerte.

Turquía convoca al embajador de EEUU por el reconocimiento del genocidio armenio aprobado en la cámara de representantes en Washington. El ministerio turco de asuntos exteriores transmitirá su queja al embajador estadounidense no sólo por la cuestión del genocidio armenio, sino tambien por la aprobación en la Cámara baja de sanciones contra Turquía por su ofensiva en el noreste de Siria contra las milicias kurdas.

  • La operación dirigida por Estados Unidos junto a los kurdos ha permitido acabar con el líder del autoproclamado Estado Islámico
  • La localización de Abu Bakr al Bagdadi fue proporcionada por un informante cercano al terrorista

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado este miércoles que Turquía se compromete a que el alto el fuego en Siria sea permanente, de modo que ha retirado las sanciones impuestas contra el país. Sin embargo, fue Rusia la que alcanzó un acuerdo con Turquía el martes para establecer una zona segura. Además, el papel jugado por la Casa Blanca despierta críticas, acusado de abandonar a sus aliados kurdos. Trump sigue defendiendo la retirada de tropas. 

El presidente ruso, Vladímir Putin, y su colega turco, Recep Tayyip Erdogan, han acordado este martes crear una zona de seguridad en el noreste de Siria, donde este martes expira la tregua en la operación militar turca contra las milicias kurdas. La franja de seguridad entrará en vigor a medianoche de este miércoles 23 de octubre, a partir de ese momento, las policías militares siria y rusa se encargarán de liberar dicha zona de grupos kurdosirios en un plazo de 150 hora.

Este martes, las miradas están puestas en Sochi, donde Recep Tayyip Erdogan y Vladímir Putin van a discutir sobre la ofensiva turca en Siria, que ya deja más de cien civiles muertos a ambos lados de la frontera y 300.000 sirios desplazados. Ahora Rusia apunta maneras como árbitro del conflicto, después del vacío dejado por el repliegue de las tropas de EE.UU.

En Turquía se espera la llegada del vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, y del secretario de Estado, Mike Pompeo. Los emisarios de Trump buscan presionar a este país para que ponga fin a su ofensiva en Siria. Tras sacar de ahí a sus tropas y abandonar a sus aliados kurdos. Erdogan ya ha dicho que no va a negociar con unas milicias a las que considera terroristas y a las que pretende alejar de su frontera.

El Gobierno de Estados Unidos ha cumplido este lunes sus amenazas a Turquía sobre las consecuencias de su incursión en el norte de Siria al sancionar a tres ministros del Ejecutivo del presidente Recep Tayyip Erdogan, anunciar que subirá los aranceles contra el acero turco hasta el 50% y cerrar las puertas a un posible acuerdo comercial entre ambos países.