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La primera ministra británica, Theresa May, continúa la campaña para conseguir los apoyos de los grupos parlamentarios al acuerdo del Brexit. Este jueves ha pedido a los diputados que se centren en el texto durante una comparecencia parlamentaria, mientras que el negociador jefe de la Unión Europea, Michel Barnier, ha advertido de que el pacto no podrá ser renegociado. 

Theresa May está en Irlanda del Norte tratando de arrancar apoyos al acuerdo del bréxit. Es la cuna del Partido Democrático Unionista Norirlandés, muy crítico con lo firmado por la primera ministra y los 27 y a la vez clave en la Cámara de los Comunes.

Nos lo cuenta el corresponsal en el Reino Unido, Jordi Barcia.

El ministro de Exteriores, Josep Borrell, entiende las dificultades que la primera ministra británica tiene para sacar adelante el acuerdo del brexit pero le pide que recuerde lo que firmó.

Theresa May consiguió el domingo el apoyo de la Unión Europea sobre las condiciones del Brexit, pero su mayor reto ahora es convencer al Parlamento británico para que vote a favor del texto, algo poco probable por el momento. En caso de que la Cámara lo rechace, varias son las opciones posibles en la política británica: un adelanto electoral, un plan b similar al modelo noruego con la UE, una moción de no confianza contra el liderazgo de May o incluso un segundo referéndum. 

Londres estudia el acuerdo de divorcio ratificado por los 27 socios comunitarios. La primera ministra reúne a su gabinete y por la tarde acudirá a la Cámara de los Comunes. Intensa campaña para lograr que el pacto obtenga la aprobación parlamentaria.

El acuerdo del Brexit ha saltado un nuevo obstáculo este domingo, con la aprobación por parte de los líderes de los Veintisiete miembros que quedarán en la Unión Europea cuando Reino Unido la abandone del texto legal que regula los términos del divorcio, que aún debe superar su tramitación parlamentaria a ambos lados del Canal de La Mancha, así como de la declaración política que establece los parámetros en los que se negociará la relación futura entre Londres y Bruselas.

La primera ministra británica, Theresa May, ha asegurado tras el pacto con España para desbloquear su apoyo al acuerdo del Brexit que la posición de Londres sobre la soberanía de Gibraltar "no ha cambiado y no cambiará". "Estoy orgullosa de que Gibraltar sea británico y siempre voy a estar al lado de Gibraltar", ha dicho May en Bruselas antes de reunirse con el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, en la víspera de la cumbre para respaldar el acuerdo sobre el Brexit.

La reunión extraordinaria de la Unión Europea, convocada este domingo para finalizar el acuerdo del ‘Brexit’, está pendiente de la exigencia española sobre Gibraltar. España quiere mantener el principio recogido en las directrices negociadoras sobre el ‘Brexit’, de marzo de 2017. Establecía que al abandonar el Reino Unido la Unión Europea, ningún acuerdo entre la Unión y Londres podría aplicarse al territorio de Gibraltar sin un consenso entre España y Londres.

El presidente del gobierno Pedro Sánchez se ha ratificado en mantener el veto al preacuerdo entre la UE y el Reino Unido para el ‘Brexit’, porque considera que siguen sin darse garantías suficientes respecto a Gibraltar. La primera ministra británica, Theresa May, ha dicho que, a pesar de la quejas expresadas por España, no cambiará su postura respecto a Gibraltar.

La Unión Europea ha ofrecido a España una solución que, en principio, parecía satisfacer sus exigencias. Consistía en dos declaraciones: una de la Unión, reiterando que España tenía la última palabra sobre Gibraltar y otra, del Reino Unido, confirmando que toda decisión que afecte al Peñón lo negociaran Madrid y Londres.

Las decisiones de Consejo Europeo se adoptan por consenso. Si España mantiene el rechazo, como ha declarado Pedro Sánchez, y no hay acuerdo para respaldar el resultado de las negociaciones, la cumbre del ‘Brexit’ podría no celebrarse.

A dos días de la cumbre del bréxit, el acuerdo sigue en el aire. Hay quien deja abierta la puerta a que la cita del domingo se retrase.

España mantiene ahora mismo su rechazo porque sigue sin ver garantias sobre Gibraltar. En Bruselas acaba de terminar una reunión de los negociadores y de momento sigue sin haber fumata blanca. Nos lo cuenta la corresponsal comunitaria de RNE, María Carou.