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En Estados Unidos ha empezado el mayor espectáculo del deporte americano, la superbowl, que enfrentará a los New England Patriots y los Atlanta Falcons.

EEUU se paralizó para disfrutar de la Superbowl, un acontecimiento deportivo, que al mismo tiempo es uno de los grandes eventos musicales del año. 100 millones de estadounidenses siguieron por televisión este espectáculo, en el que no faltaron las grandes estrellas del momento.

Los Patriots de Nueva Inglaterra se han proclamado nuevos campeones del Super Bowl y han logrado el cuarto título de su historia al vencer por 28-24 a los Seahawks de Seattle en la 49 edición de la gran final de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL). La cantante Katy Perry ha sido la maestra de ceremonias en el descanso y junto a Lenny Kravitz y Missi Elliot ha encendido con música y fuegos artificiales el University Stadium de Phoenix, en Glendale (Arizona).

La final de la liga de fútbol americano, el año pasado tuvo más de 111 millones de espectadores. La competición es tan importante como el espectáculo musical. Este año se celebra el 1 de febrero.

El MetLife Stadium, en Nueva Jersey, será el escenario este domingo de uno de los mayores espectáculos deportivos, la 48 edición de la Superbowl, la gran final del fútbol americano estadounidense que mide a los Seahawks de Seattle y a los Broncos de Denver en un choque se presenta igualado y con los dos equipos buscando hacer valer sus mejores virtudes.

  • Denver Broncos y Seattle Seahawks protagonizan la gran cita deportiva del año
  • Red Hot Chilli Peppers y Bruno Mars actuarán en el MetLife Stadium (NJ)
  • Se espera que la temperatura ronde los cero grados durante el partido

La ciudad de Nueva York ha comenzado la cuenta atrás para vivir la Super Bowl XLVIII, la metrópoli norteamericana ya siente el ambiente especial y sus calles ya lucen decoraciones con elementos alusivos a la NFL. El peor enemigo es el frío.

Aunque la gran final de la liga de fútbol americano se disputa en Nueva Jersey, la 'Gran manzana' es el centro de todos los preparativos para un partido en el que la entrada más barata vale 1.600 dólares y la más cara 600.000.

Ocurrió en 2005 en San Petersburgo. El magnate Robert Kraft, dueño de los New England Patriots se encuentra con el presidente Putin y le muestra su último trofeo, el anillo de diamantes de la SuperBowl de esa temporada, valorado en 18.000 euros. Según Kraft, Putin lo vio y dijo: "Podría matar a alguien con este anillo... y se lo llevó, rodeado de 3 guardaespaldas". Ahora, el dueño de los Patriots dice que no fue un regalo. Quiso recuperarlo hace años pero según él, la Casa Blanca se lo desaconsejó por el bien de las relaciones bilaterales. Desde el entorno de Kraft tratan de quitar hierro al asunto. Dicen que es una historia graciosa que el dueño de los Patriots cuenta de vez en cuando pero las insinuaciones han sido contestadas desde el Kremlin. El portavoz de Putin dice que fue un regalo, no un robo y que el presidente ruso está dispuesto a enviarle otro anillo similar. Lo que parece claro es que el trofeo de la SuperBowl seguirá a buen recaudo en la biblioteca del Kremlin.