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Susana tiene 36 años, dos hijos y está desempleada. A su pareja le despidieron en el arranque de la crisis del coronavirus y no le corresponde prestación por desempleo alguna. La familia sale adelante gracias al dinero que recibe por cuidar a una señora mayor y también a las ayudas del ayuntamiento de Málaga y a las de su familia. Susana va a solicitar elingreso mínimo vital que hoy aprueba el Gobierno. “Espero y deseo poder cumplir los requisitos para pedirlo. Tengo miedo a caer en la pobreza. Me siento frustrada. Si antes era difícil encontrar un trabajo, hoy va a ser todavía más complicado”, admite en Las Mañanas de RNE con Íñigo Alfonso. Susana confiesa que es complicado explicar a sus hijos la situación que están viviendo. “Mi niña me pregunta todo los días: ¿Ya estamos mejor? ¿El coronavirus se ha ido ya pasa su casa?”

La ONG afirma que nuestro país es el sexto con más desigualdad de la UE y el segundo en tasa de pobreza infantil, solo por detrás de Rumanía. El Gobierno tiene previsto aprobar este viernes el ingreso mínimo vital con el que se pretende reducir el nivel de pobreza severa en un 80 %.

Informa Julio Leyte

El confinamiento está siendo demoledor en países de Centroamérica donde ya antes de la pandemia había muchas familias en situación de pobreza. En Guatemala y el Salvador, los que no pueden salir de casa han buscado una forma de pedir que les lleven comida a través de la colocación de banderas blancas en las puertas de las casas, porque aseguran que las ayudas del Gobierno no son suficientes.

La pandemia ha provocado en muy poco tiempo 305 millones de desempleados, diez veces más que la crisis financiera de hace una década (22 millones), alerta la OIT al resaltar la informalidad de 6 de cada 10 empleos en el mundo que, sin protección pueden sufrir una epidemia de hambre. Es el diagnóstico de Guy Ryder, Director General de OIT, fundada antes de NNUU y luego parte de ella, que agrupa a empresarios, trabajadores y gobiernos, cuando recomienda inversión, diálogo y mas coordinación internacional.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado este sábado que el ingreso mínimo vital será aprobado por el Consejo de Ministros la próxima semana, comenzará a cobrarse en junio y beneficiará a cerca de 850.000 hogares.

Sánchez lo ha indicado durante una comparecencia en la Moncloa, en la que ha cifrado en 3.000 millones de euros anuales el coste de esta nueva prestación que correrá a cargo de la Seguridad Social.

El presidente del Gobierno ha recordado que prestaciones similares existen en otros países europeos y que servirá para amparar a 4 de cada 5 personas que en España sufren pobreza severa.

El virus de la pobreza se extiende por todo el país cada vez más. Decenas de miles de familias se han quedado sin trabajo y muchas se ven abocadas a recurrir a asociaciones como bancos de alimentos, Cáritas o Cruz Roja, pero están al límite. En algunos barrios están surgiendo iniciativas vecinales para ayudar a estas familias, como en el barrio madrileño de Aluche o en el de Los Bermejales, en Sevilla. En este, Patricia y su familia han puesto en marcha la iniciativa: "Hoy por ti, mañana por mi".

En Las Mañanas de RNE con Íñigo AlfonsoLas Mañanas de RNE con Íñigo Alfonso hemos hablado con ella. Ayudan a unas 120 familias desde el garaje de su casa con donaciones de alimentos de los propios vecinos y vecinas del barrio. Patricia nos cuenta que allí no han tenido problemas similares pero que con la crisis sanitaria, muchas familias tienen que decidir entre "pagar el alquiler o comer". Cuentan con servicio a domicilio para todos aquellos que no puedan ir a recogerlo. El nombre de la iniciativa, señala Patricia, es literal porque le podía pasar a cualquiera y que lo importante es "dejarse ayudar". A pesar de todo, destaca que la gente se está solidarizando y se está volcando. Afirma que "esto nos va a unir y nos va a hacer más fuertes" y reclama a la clase política que "actúen más y discutan menos".

En Madrid también están actuando estas asociaciones. En el caso de Cáritas, su portavoz, Gustavo Alonso, nos cuenta que "esta situación nos ha pillado de sorpresa a todos y nos está obligando a reinventarnos" y poner en marcha diferentes iniciativas para ayudar a las personas que lo necesitan. En la capital estaban en situación de extrema fragilidad unas 900.000 personas antes de la crisis sanitaria. La solidaridad y el compromiso son importantes y pide a las administraciones respuestas más ágiles y coordinadas por parte de todos.

Cerramos este recorrido que enmarca la situación de la pobreza en España en la parroquia de Santa Anna en la ciudad condal. Hablamos con el Padre Peio, párroco de la iglesia, que está llevando a cabo una iniciativa para ayudar sobre todo a los inmigrantes en situación irregular. Laemergencia social "es cada vez más grave" y a las personas sin hogar que ya acogían y que no han recurrido a albergues por miedo al contagio, se han sumado muchas familias sin papeles, sin contratos reglados o que viven en habitaciones alquiladas precarias, que por su situación de irregularidad, no pueden recurrir a las ayudas de las administraciones. Afirma el párroco que la "crisis siempre la pagan los pobres" y pide la inmediata regularización de estas personas porque "tenemos un escenario que, si no paramos, se convertirá en conflictos sociales porque la gente está empezando a tener hambre".

Esta pandemia está dejando a muchas familias sin ingersos y es a ellos a los que va a tratar de proteger la renta mínima que a a poner en macha el Gobierno. Familias como la de Jackeline que vive con su marido, su hijo y su sobrino. Ninguno de los dos trabaja. Tienen una ayuda de 425 euros, pero pagan 360 de alquiler. Sobreviven con 65 euros al mes y la ayuda de Cáritas.

Informa Alba Urrutia

Trabajaron durante años en empleos que solo les permitían vivir "al día" y ahora se encuentran en una situación de pobreza que nunca habían imaginado. Esto es lo que están sufriendo muchas de las personas que esperaban este sábado en el barrio madrileño de Aluche para recoger una bolsa con comida y poder mantener a su familia una semana más.

El número de personas ha ido creciendo a lo largo de la mañana, pero ya a primera hora dos largas filas recorrían las calles aledañas al local de la Asociación Vecinal de Aluche, que a mediados de marzo y ante la “urgencia” decidió crear una red de alimentos para ayudar a los más necesitados del barrio.

Las imágenes de una cola kilométrica en la que esperan cientos de personas para recoger una bolsa con comida han dado la vuelta a España, pero detrás de ese vídeo viral se esconde "la triste realidad de muchas familias" y también la solidaridad de una asociación de vecinos que ha tenido que reinventarse para ayudar a quienes viven a pocos metros de distancia.

Es la Asociación Vecinal de Aluche y en las últimas semanas ha logrado repartir comida a unas mil familias. Recogen tres días a la semana las donaciones de los vecinos y las reparten los sábados y domingos.