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Dos representantes de las letras cubanas, Zoé Valdés y Alejandro González Raga, han contado en Las mañanas de RNE qué sienten tras la muerte de Fidel Castro.

Valdés ha afirmado que cuando recibió la noticia se puso "muy eufórica", pero que luego esa euforia se apaciguó. "Al instante empecé a recordar a mis padres, que murieron en el exilio, y empecé a recordar a muchos amigos, a rememorar a Guillermo Cabrera Infante Lidia Cabrera, a Celia Cruz, a Reinaldo Arenas, a tantos y tantos escritores, músicos, pintores y amigos que murieron fusilados, que murieron en el exilio, que murieron sencillamente enfermos de tanto dolor".

González Raga ha dicho que Fidel Castro "ya había muerto para muchos", por eso opina que en Cuba no ha habido "una especial demostración de dolor", aunque ha subrayado que "a partir de ahora la habrá si el Partido lo dictamina" (28/11/16).

Juan Goberna, vicepresidente de la Comisión Cubana de Derechos Humanos, asegura en Las mañanas de RNE que están a la expectativa sobre los posibles cambios tras la muerte de Fidel Castro. "No significa que de repente haya libertad de expresión o libertades ciudadanas", dice Goberna, que recuerda que Raúl Castro puede ser más de lo mismo. Además, insiste en que en la isla "los derechos humanos son ciencia ficción porque no se respetan" (28/11/16).

Representantes de los cuatro principales partidos políticos han hablado en Las mañanas de RNE del futuro de Cuba tras la muerte de Fidel Castro.

El portavoz de Exteriores del PPJosé Ramón García Hernández, ha recordado a Castro como un dictador: "Para mí es parte de la peor historia del siglo XX, esa historia de los totalitarismos que producen monstruos antidemocráticos y que además tienen una gran repercusión sobre la región".

Ignacio Sánchez Amor, del PSOE, ha puesto el énfasis en la necesidad de que la democracia llegue a Cuba: "Para los socialistas democráticos, una sociedad no puede ser solo igualitaria si es a costa de un sacrificio tan enorme de la libertad como la que ha sufrido el pueblo cubano. Lo que hay que intentar ahora es ayudar a ese pueblo que ya consiguió esa cota de igualdad social a conseguir la libertad, porque sin esa combinación no hay verdaderamente una democracia".

En ese mismo sentido se ha pronunciado Pablo Bustinduy, de Podemos, quien ha confiado en que logros como la educación o la sanidad se mantengan a la vez que se avanza en la libertad. "Esperamos que en este proceso que se abre ahora se mantengan todas esas bases y, efectivamente, se profundice en una apertura en la esfera civil que pueda garantizarles un futuro de dignidad, un futuro de soberanía y un futuro de libertad a los cubanos".

Por último, Fernando Maura, desde Ciudadanos, ha subrayado que Fidel Castro "oprimió" a su pueblo durante 60 años. "Normalmente los dictadores no sobreviven demasiado tiempo a los dictadores que las encarnaron. En este sentido, creo que se tiene que abrir algún tipo de proceso de transición en Cuba. A mí me gustaría que fuera un proceso que terminara en una democracia tal y como la conocemos en los países occidentales", ha añadido (28/11/16).

La secretaria general iberoamericana, Rebeca Grynspan, cree que la muerte de Fidel Castro no va a provocar grandes cambios en la situación geopolítica del país porque, tal como subraya, el traspaso de poder ya se había producido. "Creo que lo que ha habido es una normalización durante estos años y no espero grandes cambios ni en la región ni en Cuba con el triste acontecimiento de su muerte", explica (28/11/16).

María Matienzo, periodista del Diario de Cuba, ha afirmado en Las mañanas de RNE que hace 10 años que esperaba la noticia de la muerte de Fidel Castro. No obstante, ha asegurado que en la calle ve miedo a decir de más, a llorar de más, a reír de más, y ha añadido que los cubanos viven en el síndrome de Estocolmo: "Los que festejan la muerte de Fidel no se dan cuenta de que seguimos en dictadura" (28/11/16).

El exministro de Exteriores José Manuel García-Margallo, entrevistado en Las mañanas de RNE, se ha mostrado convencido de que la muerte de Fidel Castro no va a alterar demasiado las cosas. "No se han aflojado los controles sobre los cubanos, pero sí se ve un incipiente cambio económico" que debe propiciar la transición política, dice. Sobre la posibilidad de que se cambie la relación tras la llegada a la Casa Blanca de Trump, García-Margallo recuerda que el magnate ha realizado tres declaraciones diferentes sobre Cuba y que, sobre todo, es un hombre de negocios, por lo que no cree que se vaya a revertir la situación iniciada por Obama (28/11/16).

Las relaciones entre Cuba y España han pasado por distintos momentos, y no siempre condicionadas por la ideología. Por ejemplo, el régimen de Fidel Castro y el de Franco se entendieron mejor de lo que cabía esperar.
 

El que fue el niño balsero más famoso, Elián González, ha hablado en la televisión cubana con motivo de la muerte de Fidel Castro. Hace 16 años que el pequeño Elián regresó a Cuba desde Miami, después de que su caso provocara un conflicto diplomático entre Estados Unidos y Cuba.
 

Miguel Díaz Canel tiene 56 años, ha sido ministro de Educación, y desde 2013 es vicepresidente de Cuba. Los expertos dicen que es el mejor situado para dirigir la isla cuando en febrero de 2018 Raúl Castro abandone el poder. Otro valor en alza es el ministro de Exteriores, Bruno Rodríguez, de 58 años, joven en comparación con la gerontocracia comunista que gobierna Cuba. También suenan Marino Murillo y el único hijo de Raúl, Alejandro Castro.