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Los presidentes de Estados Unidos y Corea del Norte, Donald Trump y Kim Jong-un, se han reunido este miércoles en Hanói, la primera jornada de la segunda cumbre entre ambos países en los últimos ocho meses. Trump, que ha alabado en Vietnam el "potencial económico" del país de su interlocutor ha asegurado que está dispuesto a ayudar a Pyonyang si prosperan las negociaciones para desnuclearizar el país.

Donald Trump y Kim Jong-un han mantenido un breve encuentro previo a la cena que han compartido con sus asesores. Será el jueves cuando entren en los detalles de la negociación: el líder norcoreano espera que se levanten las sanciones a su país y, a cambio, Estados Unidos pide avances en el desarme nucelar. Nos lo cuenta la enviada especial de RTVE Mavi Doñate.

Donald Trump y Kim Yong-un van a volver a compartir fotografía en una nueva cumbre bilateral. A mediodía, hora española, está previsto que el presidente de Estados Unidos y el líder de Corea del Norte se reúnan por segunda vez. En esta ocasión, en un hotel de Hanoi, la capital de Vietnam, con el objetivo de concretar los acuerdos alcanzados en su primera cumbre.

Estados Unidos y Corea del Norte celebran en Hanói su segunda cumbre bilateral ocho meses después de su primer encuentro en Singapur. Si entonces los dos países firmaron un pacto de no agresión, ahora se busca concretar acuerdos para avanzar en la paz y en la desnuclearización de la península coreana. Para Estados Unidos es esencial que Corea del Norte realice actuaciones certeras de su desarme nuclear. Solo así Washingotn hará concesiones y, aunque Trump diga que no tiene prisa, los expertos aseguran que el presidente de EE.UU. busca lograr cuanto antes un éxito en su política exterior. Por su parte, Corea del Norte pide que, a corto plazo, se levanten las sanciones económicas y que EE.UU. retrire los 28.500 soldados que tiene desplegados en su vecino Corea del Sur. Pero Kim-Jong-un también tiene interés en la firma de un acuerdo de paz que ponga fin al armisticio con sus vecinos del sur firmado en 1953. 

Kim Jong-un ha llegado a Hanói donde este jueves celebrará una cumbre con el preisdente de EE.UU. Donald Trump de la que se esperan avances significativos en la desnuclearización del país asiático. Entre grandes medidas de seguridad y tras un viaje de más de 4.000 kilómetros el líder de Corea del Norte ha llegado a Vietnam donde también se reunirá con su homólogo local.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado que la segunda cumbre con el líder norcoreano, Kim Jong-un, tendrá lugar el 27 y 28 de febrero en Vietnam. El encuentro se producirá ocho meses después de la histórica cumbre en la que acordaron la desnuclearización norcoreana tras meses de tensión.

El líder norcoreano, Kim Jong-un, se ha ofrecido este miércoles a desmantelar por completo el complejo de Yongbyon, epicentro de su programa nuclear, si Estados Unidos toma "medidas correspondientes" con lo acordado por ambos países en la cumbre de Singapur.

Así reza la declaración conjunta que han firmado Kim y el presidente surcoreano, Moon Jae-in, en la reunión celebrada este miércoles en Pionyang, en la que han reafirmado su compromiso de "eliminar las armas nucleares de la península coreana" y han subrayado la importancia de "lograr progresos reales lo antes posible" para ese objetivo.

Kim también se comnpromete a permitir la entrada de inspectores para comprobar el desmantelamiento de buena parte de las instalaciones en la base de lanzamiento de Sohae, en el noroeste del país, una operación que se comprometió a realizar en Singapur y que ejecutó pocas semanas después. Pero Sohae, usada para probar tecnología de misiles intercontinentales de combustible líquido, ha quedado a día de hoy como una pieza tangencial en el programa de armas del régimen.

En cualquier caso, el ofrecimiento de cerrar de manera definitiva Yongbyon marca un nuevo paso en el intercambio de gestos en el que se han embarcado EE.UU. y Corea del Norte desde el histórico encuentro entre Kim Jong-un y Donald Trump en junio, que el el líder norcoreano ha ofrecido a Trump repetir con una segunda cumbre

No obstante, el proceso de desnuclearización sigue sin contar con ningún tipo de plazos ni de especificaciones técnicas para su ejecución, por lo que los compromisos tienen un peso más simbólico que real. De hecho, no es la primera vez que Corea del Norte promete cerrar Yongbyon: en 2008 ya derribó ante observadores internacionales su torre de refrigeración para volver a levantarla poco después.

La Casa Blanca ha afirmado este martes que el líder norcoreano, Kim Jong-un, ha solicitado en una nueva carta mantener un segundo encuentro con el presidente de EE.UU., Donald Trump, en cuya "coordinación" ya está trabajando. "El principal propósito de la carta era pedir, y buscar cómo concretar otro encuentro con el presidente", afirmó Sarah Sanders, portavoz presidencial, en una rueda de prensa en la Casa Blanca. Sanders, que calificó la misiva de Kim de "cálida" y "muy productiva", agregó que "ya se está en proceso de coordinación" para que se lleve a cabo. La portavoz evitó ofrecer detalles, no obstante, acerca del lugar y fecha del hipotético encuentro entre ambos mandatarios.

Se trata de la primera rueda de prensa de Sanders en casi tres semanas, algo inusual dada la tradicional comparecencia diaria de los portavoces presidenciales y que es resultado de los choques frontales del Gobierno de Trump con los medios de comunicación. En su histórica cumbre de junio en Singapur, Trump y Kim acordaron que trabajarían para desnuclearizar Corea del Norte, pero el diálogo bilateral no tardó en enquistarse debido a las diferencias sobre cómo llevar a cabo ese proceso. Corea del Norte ha demandado avances en la firma de un tratado de paz con el Sur que ponga fin al estado de guerra que técnicamente todavía se mantiene en la península, a cambio de ejecutar los pasos concretos para desmantelar su arsenal que le exige la Casa Blanca. Después de un pico de tensión en el que llegó a cancelar un viaje a Pionyang de su secretario de Estado, Mike Pompeo, Trump ha retomado su discurso amable hacia Kim, y el viernes anunció que esperaba otra carta del líder norcoreano.

Corea del Norte ha celebrado el 70 aniversario de su fundación con un desfile militar del que no se han hecho eco los medios estatales y en el que no se han mostrado misiles balísticos intercontinentales, lo que apunta a que el régimen ha apostado por mantener un perfil bajo para no malograr el actual diálogo con Estados Unidos.