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El pasado 10 de septiembre, un incendio destruía Moria, el mayor campo de refugiados de Europa, dejando así al descubierto la realidad que se llevaba denunciando en este centro desde hace años: masificación, suciedad, presencia de menores no acompañados y hartazgo. Desgraciadamente, estas situaciones se repiten en muchos de los campos o asentamientos de refugiados en Europa, especialmente en Grecia, como nos cuenta este reportaje de Claudia Poyato.

Desde el aire parece un campamento junto al mar, pero aquí no hay ocio sino encierro: Kara Tepe es el mayor campo de migrantes de Europa con capacidad para 8.000 personas. A ras de suelo se aprecia la penuria. En cada tienda caben ocho personas. Los niños -había 4.000 en Moria- buscan formas de entretenerse en el nuevo campo. Los más de 12.000 refugiados y solicitantes de asilo de Moria que se han pasado una semana en carreteras y campos han ido llegando en vehículos de la policía, o arrastrando sus enseres. Y algunos, la covid: 150 han dado positivo y los han puesto en aislamiento. A todos las autoridades griegas les han advertido de que NO les dejarán salir de Lesbos. Un grupo de eurodiputados ha visitado el nuevo campo y denuncia lo que ha visto. No está previsto un nuevo reparto de migrantes y la Comisión Europea presenta la semana que viene su nueva política migratoria. Esa que debe gestionar un fenómeno que no se detiene en el Mediterráneo: 150 migrantes rescatados por la ONG española Open Arms han recibido permiso para desembarcar en Palermo después de diez días de espera en el mar.

El nuevo campo de refugiados de Moria, en la isla griega de Lesbos, está ya preparado para recibir a los migrantes, en un campamento temporal e improvisado tras el incendio de esta semana que dejó sin techo a más de 12.000 personas. Una nueva estación de paso cuando lo que ellos quieren es salir de la isla y no acabar en un nuevo campo de refugiados por tiempo indefinido.

En la isla griega de Lesbos, cerca de 12.000 personas han visto como sus condiciones de vida se han deteriorado aún más después de que el pasado miércoles ardiera el campo de refugiados de Moria. Grecia les va a trasladar a otro campo. La enviada especial de RTVE a la isla, Begoña Alegría, ha estado viendo cómo les trasladaban poco a poco. Se espera que este domingo haya ya 5.000 personas en él. El ministro de inmigración griego afirma que es provisional aunque no da soluciones a largo plazo, y muchos temen que la estancia de los migrantes en él se prolongue durante mucho tiempo.

Cada vez son más las voces que reclaman el traslado a Europa de los más de 13.000 refugiados que albergaba el campamento de Moria, en la isla de Lesbos (Grecia), que quedó destruido por un incendio. Lo señalaba el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres. También los propios migrantes, que protagonizaban ayer una manifestación que fue reprimida con gases lacrimógenos. Algunos gobiernos han mostrado su intención de acoger a algunos de ellos, como la Generalitat, que se ha ofrecido a acoger a unas 120 personas, mientras que sigue el goteo de migrantes. Canarias pide que se agilice el traslado a Europa de los que han llegado a las islas. Informa César Díaz.

A raíz de los incendios que han devastado el campo de refugiados de Moria, la Unión Europea reabre el debate migratorio. La comisión presentará una propuesta del plan de política migratoria común el 30 de semptiembre y requerirá aprobación con unanimidad de los 27. Un plan que contempla refuerzos de controles fronterizos, acuerdos con los países de origen y tránsito y un mecanismo de reparto. El comisario encargado de inmigración señala que si se hubiera hecho antes, se habría evitado la situación de Moria. Informa María Carou, corresponsal comunitaria.

Miles de refugiados afrontan su cuarta noche a la interperie en lo que queda del campamento de Moria, en la isla griega de Lesbos. Acarrean sus pocas pertenencias a no se sabe dónde. Eso, los más afortunados, porque la mayoría de los tres mil refugiados que huyeron del incendio de Moria lo perdieron todo. A la incertidumbre de los migrantes se le añade los controles policiales para evitar que salgan de la isla.

Crece la tensión en la isla griega de Lesbos, donde miles de migrantes han protestado en la calle tras el incendio del campo de refugiados de Moria, el mayor de Europa. Varios grupos de personas que vivían allí han impedido el paso a lo que queda del campamento a ONG y periodistas, mientras 11 autobuses antidisturbios han llegado a la isla. La sensación que se percibe es de impotencia. Familias enteras acampadas donde pueden, sin apenas agua o comida y sin un lugar donde asearse.