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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha decidido confiar a mujeres la única vicepresidencia de su gabinete y la mayoría de las carteras económicas del Ejecutivo. La doctora en Derecho Constitucional y una de las mujeres más próximas al líder en esta su segunda etapa como líder del PSOE, Carmen Calvo, asumirá la única vicepresidencia del Gobierno y la cartera de Igualdad. También son mujeres las responsables de las principales áreas económicas. Nadia Calviño, directora general de Presupuestos, dirigirá el Ministerio de Economía y María Jesús Montero asumirá la cartera de Hacienda.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha asegurado que el "ánimo" del nuevo Ejecutivo "será el de anteponer siempre el consenso a la crispación en todos y cada uno de los ámbitos de la política española e internacional". Así lo ha asegurado Sánchez en un acto celebrado en la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, en Madrid, para conmemorar el 25 aniversario de las relaciones entre España y Andorra.

El nuevo presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, está preparando la composición de su Gabinete y las futuras líneas de actuación de su Ejecutivo. Pedro Sánchez recuperará el Ministerio de Igualdad en el organigrama del Ejecutivo y la Presidencia del Gobierno albergará un Alto Comisionado contra la Pobreza Infantil que dependerá de forma directa de Sánchez. Entre los nombres que suenan más seguro para ocupar las carteras ministeriales están Adriana Lastra, Margarita Robles, Carmen Calvo y Josep Borrell.

Pedro Sánchez trabaja a contrareloj para configurar su gobierno, un Ejecutivo que podría empezar a conocerse en las próximas horas o como mucho a mitad de semana. Será paritario y monocolor, aunque pretende incorporar a algún independiente. Rajoy tenía en su Consejo de Ministros 13 carteras más la Presidencia. Con la vuelta de los socialistas a La Moncloa habrá retoques, y se podría recuperar el Ministerio de Igualdad impulsado por Zapatero en 2008.

La reforma pendiente del sistema de pensiones, la aprobación de los Presupuestos de este año y la presentación de los de 2019, y el cumplimiento de los objetivos de déficit y deuda pública son algunos de los retos económicos inmediatos a los que se enfrenta el Gobierno de Pedro Sánchez. A esos desafíos se unen otros, ligados a la gestión de las relaciones del Estado central con Cataluña, como la decisión sobre las condiciones de la asistencia financiera a las comunidades. (4/06/2018)

El nuevo presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, estrena este lunes su agenda oficial con una reunión en el Palacio de la Moncloa con el presidente de Ucrania, Petró Poroshenko, mientras sigue perfilando su Ejecutivo, que podría conocerse hacia mitad de la semana. Sánchez arranca así su primera semana en la Moncloa después de ganar la moción de censura que presentó hace apenas diez días contra el ya expresidente Mariano Rajoy tras la sentencia de Gürtel. Una semana que estará también marcada por el debate en el Senado de los presupuestos de 2018, después de que el PP haya abierto la puerta a enmendarlos por el apoyo del PNV a la moción.

Pedro Sánchez quiere que los nombres de su gobierno se sepan, como muy tarde, el miércoles: de esa manera podrían tomar posesión un día después y llegar a tiempo al primer Consejo de Ministros, que sería el viernes. Y en ese momento político, Sánchez se enfrenta a varios retos. Algunos los ha fijado ya en sus primeras palabras tras ganar la moción, como el de "atender las urgencias sociales de muchísima gente que sufre precariedad y que sufre desigualdad", y otros llevan marcando la política de los últimos meses, como el tema catalán. Otro desafío será cómo gestionar los Presupuestos de 2018 hechos por el PP.

El nuevo presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha prometido su cargo ante el rey en el Palacio de la Zarzuela, lo que le convierte oficialmente en el séptimo presidente de la actual democracia y en el primero que llega al Gobierno tras prosperar la moción de censura contra su antecesor en el cargo, Mariano Rajoy, que ha estado presente en la toma de posesión.

Un Sánchez emocionado ha optado por prometer el cargo ante un ejemplar de la Constitución y sin la Biblia y el crucifijo, por primera vez en democracia. La Casa del Rey acordó en 2014, tras la proclamación de Felipe VI, dar la opción a los mandatarios y altos cargos de jurar o prometer ante estos símbolos religiosos o sin ellos para dar cumplimiento a lo establecido en el ordenamiento constitucional en materia de libertad religiosa.